Ya lo decía el ensayista francés Jean-Luc Hennig 'la espalda pierde su nombre con tanta gracia'. Y es que la fijación por el culo no es un fenómeno producto de las Kardashian ni de Jennifer López, es una atracción que se remonta al siglo XVII y que ha ido evolucionando con el paso del tiempo.
Producto de esa atracción de algunos y rechazo de otros nace el proyecto ‘1.001 fesses’ de la mano de las fotógrafas Frederique Marseille y Emilie Mercier. Para estas dos canadienses el culo femenino es una belleza sencilla y perfecta digna de ser retratada. No hay dos culos iguales, ni culos perfectos simplemente cada uno de ellos inspiran autenticidad.
Un reportaje sin trampa ni Photoshop que fue surgiendo en un grupo privado de Facebook y que poco a poco consiguió crear una comunidad interesada en el proyecto. Poco a poco, mujeres de distintas partes de Canadá empezaron a ofrecerse para ser retratadas hasta llegar a tener cientos de imágenes de nalgas de distintos tamaños y colores.
En un principio, el proyecto creó controversia puesto que solo fotografiaban a mujeres blancas pero poco a poco fueron apareciendo más sugerencias, hasta llegar al retrato con hombres –a pesar de que en un principio fuera un proyecto enfocado a las mujeres-.
El trabajo ‘1.001 fesses’ (1.001 culos en francés) ha llevado a estas dos jóvenes a viajar por todo Canadá, Francia y Suecia fotografiando algo tan simple como un culo.