Beber mezcal es adentrarse a un mundo espirituoso. Una de las bebidas más consumidas en México después del tequila y uno de los destilados que se abren hueco en la barra de los cócteles de España.
El mezcal es un alcohol que se consume entre 45ºC y 55ºC . El momento ideal, la hora del aperitivo pero también es digestivo, por lo que después de una comida copiosa puede ser una opción para aligerar el estómago.
Existen más de doscientas variedades y el 80% de ellas se concentra en los estados mexicanos de Oaxaca y Guerrero.
El mezcal o maguey es una bebida prehispánica que, pese a cumplir cinco siglos de historia, presume ser denominación de origen (D.O.) desde los años 70’ y actualmente, se abre paso en las barras 'top' de los bares de moda de la capital catalana.
Esta bebida ‘de los Dioses’ nace, generalmente, en un clima desértico pero también crece en entornos salvajes y su espiga puede superar hasta los 100 metros de longitud. Del agave se obtienen tres bebidas principales que surten en diferentes momentos de su elaboración: aguamiel, pulque y mezcal.
Mezcal, la bebida espirituosa que gana sitio en las coctelerías de Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ
Para los osados, se recomienda un espadín (el más común) o un mexicano (de hojas más afiladas) pero para quienes no son tan valientes, sugiere un ensamble (combinación de tres tipos de agave), normalmente, lumbre, coyote, barril y tripón y/o tobasiche.
La imagen del gusano dentro de una botella de mezcal se corresponde a una formula de merchandising desfasada. El invento no ha suscitado el nacimiento de nuevos fans. Lo que sí se está produciendo es una mayor presencia de esta bebida en el mundo de la coctelería. Prueba de ello es el ‘negroni chingón’, una combinación de mezcal con vermú y mezclado con agua de pepino o zumo de naranja. De momento, es bien recibido en Barcelona, donde cada vez es más fácil encontrar entre 10 y 15 variedades.