Llega el buen tiempo y la calle se convierte en nuestro aliado para disfrutar de las buenas temperaturas. En la Rambla del Born o del Raval, en la Barceloneta, en la Plaça de Sol de Gràcia… Las fiestas improvisadas a pie de calle se suceden en distintas partes de Barcelona.

Sabemos que beber, como tal, está prohibido por ley pero en algunos lados parece que la normativa no acaba de hacer efecto. Es por eso que el Gobierno prepara una ley que endurecerá la anterior para prohibir el consumo de bebidas alcohólicas en zonas públicas y con el objetivo de evitar el consumo por parte de menores. La idea principal de esta reforma es que los jóvenes empiecen a consumir alcohol lo más tarde posible y evitar al mismo tiempo crear zonas de botellón conflictivas entre vecinos y 'fiesteros'.

Además, dicha ley prohibirá la venta de alcohol en gasolineras, la publicidad de estas bebidas en horario infantil y, como no, endurecerá las sanciones por consumo en la vía pública. También se prohibirá la venta de alcohol a partir de las 22h en locales que no tengan la licencia correspondiente y las Happy Hours

Además, la nueva ley del alcohol contempla las sanciones también a los padres de aquellos menores que reincidan en altercados relacionados con el consumo de alcohol. 

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Algo que ha sorprendido de esta nueva reforma, es que se obligará a los locales a suministrar agua gratuitamente y la embotellada a precio reducido. Además de promover campañas como ‘Tolerancia cero’, ‘Alcohol cero’, ‘menores, ni una gota’, en los colegios.

Sin duda, el botellón tiene los días contados. Actualmente, la sanción en Barcelona por consumir alcohol en la calle oscila entre los 30 y los 1.500€, dependiendo de la alteración que se haga del descanso de los vecinos.