El sistema de puntuación de 'Black Mirror' ya es una realidad en China

Hace a penas unos meses 'Black Mirror' se estrenaba en Netflix como una serie futurista que, en algunos momentos conseguía aterrorizarnos por el loco planteamiento que presentaba la serie sobre la tiranía de la tecnología en la sociedad. Una serie de ficción que ya es una realidad, o al menos lo es en China. 

Si no has visto la serie mejor que no continúes leyendo, y es que en uno de los capítulos de Black Mirror, los ciudadanos se puntuaban mutuamente con estrellas para mejorar su status social. Ahora China va ha implantar un sistema parecido llamado "crédito social", que entrará en pruebas este mismo mes de mayo, y que tendrá como objetivo analizar y puntuar el comportamiento de las personas con el fin de mejorar el civismo de la ciudad. 

Hasta el momento solo se implementará en el sector de transportes hacia pasajeros y trabajadores. Este sistema pretende medir el comportamiento de las personas y se tendrán en cuenta aspectos, como: la validación del billete de transporte, un buen comportamiento con otros pasajeros, no fumar o no crear altercados con otras personas. En el caso de tener mala puntuación, la persona en concreto tendrá prohibida la entrada a cualquier estación de metro o aeropuerto, así como el uso de hoteles o acceder a según que lugares. Una buena puntuación permitirá a los usuarios optar a ayudas sociales,  crédito bancarios, colegios de mayor categoría o hospitales con mejores instalaciones.  

Por el momento, la puntuaciones no se harán publicas y solo las podrán ver las fuerzas del orden y la administración pública, pero a partir del 2020 se espera que cualquier persona pueda acceder a ellas. Este sistema, aprobado en 2014 ha levantado polémica en China, ya que no solo se tiene en cuenta el comportamiento sino también se analizarán los estudios o la economía. Vamos, digno de un capítulo de 'Black Mirror'.   

Tal y como ha explicado el gobierno chino, dicho carnet ayudará a mejorar el comportamiento y crear unos ciudadanos comprometidos con la ciudad. Aunque según algunos, este sistema es el principio del fin a la privacidad de las personas. Sin duda, la ficción ha dejado de ser eso, ficción, y ya es una aterradora realidad. 

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