Uno de los principales recuerdos de nuestra infancia es el olor a plastilina. Esas tardes de lluvia que nos dejaban sin patio pero que nos proporcionaba horas y horas en las aulas jugando con la plastilina, o ese momento en el que conseguías hacer el caracol.  

Sin duda la plastilina es el juguete que no pasa de moda y que se ha ganado el corazón de niños y mayores. Por ese motivo, la marca Hasbro (Play-Doh) ha decidido patentar su olor. Ese olor tan peculiar que impregnaba nuestra habitación o nuestra clase de 'las girafas' o 'los cocineros', ahora tiene dueño y es la empresa Hasbro.

Para patentarla, la marca ha tenido que describir como es ese olor y ha disipado dudas: "Una combinación de fragancia dulce, ligeramente almizclada, similar a la vainilla con ligeros matices de cereza y olor natural de una masa sala a base de trigo". Casi nada. Tras crear la patente, la marca tiene un amplio camino para crear divertidos productos con el olor a plastilina. ¿Se os ocurre alguno? 

 

 

La plastilina fue inventada en 1956 y se patentó en 1965. Dicho 'juguete' está compuesto por agua, sal, lubricante, base de almidón, colorante, fragancia, conservante y surfactante, entre otros.