Hay racismo y distinción de clases en Colombia. Así lo demuestra Cantadoras de vida y muerte en Colombia, una pieza documental de la directora e investigadora María Fernanda Carrillo, natural de Bogotá que no ha vivido la racialización en primera persona porque es de tez blanca pero que sí lo ha aprendido después de rodar este trabajo.

Cantadoras de bullerengue, marimba y lumbalus en el Pacífico norte y sur de Colombia. En este contexto gira el documental que ha dirigido María Fernanda con pocas reticencias personales de las protagonistas. “Están acostumbradas a que les graben”, asegura la joven directora y se debe a que el departamento de Bolívar aún suma la mayoría de los afrodescendientes del país. Una zona grabada en multitud de ocasiones por esta particularidad social.

“Caminos sin alumbrado, casas sin agua potable. Así es esta región caribeña colombiana donde la violencia está implícita pero el documental no habla explícitamente de las coacciones habituales de la zona”, explica Fernanda. Las guerrillas y las bandas paramilitares aceleran los pasos del narcotráfico que se sirve de la mano de obra barata de estas personas tratadas con inferioridad y con recursos limitados. El documental pone en valor el saber transmitido por la oralidad intergeneracional y la resistencia de las mujeres a ese entorno tan arduo. La mujer más representativa de la pieza es Graciela, primera tamborera, un papel reservado para los hombres.

El canto y la música están presentes en todos los ámbitos de la vida en el Pacífico colombiano. Marcan todos los aspectos cotidianos: el inicio de los días, la muerte, en el trabajo, los nacimientos, la pesca, el anochecer, etc. Las cantoras son parte del patrimonio colombiano aún sin explorar ni valoradas. Aportan conocimiento de la vida con sus cantos. Sus letras hablan de territorios expoliados, desplazamientos, ciclos naturales, crean conciencia y orgullo de su negritud.

La directora M. Fernanda tras el pase del documental en el espacio Francesca Bonnemaison / A.O. 



Al final de Cantadoras de vida y muerte en Colombia aparece Ceferina, premio de cultura del país por su trayectoria musical. La mujer que sí ha recibido un reconocimiento formal por su aporte a la cultura colombiana.

El documental es una obra introspectiva de las mujeres cantadoras, capaces de apagar el ambiente de los fusiles con notas musicales. Mujeres destinadas a vivir entre la escasez y la violencia pero que aman su tierra porque “nos ha visto nacer, aquí me he hecho mujer y aquí he aprendido a ser yo”, concluye una de las protagonistas entre bananeros.

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