Ni el peor de los vuelos con mil horas de retraso podría igualar al vuelo que vivieron los pasajeros que realizaban el trayecto Gran Canaria - Ámsterdam. La pesadilla comenzó por el insoportable olor de uno de los pasajeros que obligó a la tripulación a introducir al hombre en el baño a modo de cuarenta sin éxito algo.
Tan fuerte era el hedor que algunos pasajeros se desmayaron y vomitaron en mitad del vuelo. Algo que obligó a la tripulación a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto portugues de Faro. Algunos de los pasajeros del vuelo HV5666, afirman que daba la sensación de que el hombre no se hubiera lavado en semanas, e incluso se preguntan como nadie antes de embarcar lo había percibido.
Según indica Airlive, el incidente quedó en una desagradable experiencia que obligó a cambiar de avión a los pasajeros y tripulación. La compañía no confirma cual fue el motivo por el que se dejó embarcar a este pasajero y qué pasó posteriormente con él.