El número de cuadros depresivos y de ansiedad entre los jóvenes cada vez es mayor, y ya son muchos los expertos estudian los motivos por los que las nuevas generaciones, a pesar de tenerlo casi todo, carecen de lo más básico: estabilidad emocional.
Ahora, la Organización Mundial de la Salud asegura que más de 350 millones de personas sufren depresión, y gran parte de ellos son jóvenes. En España, el 2% de los jóvenes enfermos por depresión y ansiedad son menores de entre 6 y 12 años, en su mayoría mujeres. ¿Cuál es el motivo? Según el último informe, gran parte de la culpa es el estrés que sufren los jóvenes en su vida diaria. Los conflictos, la falta de expectativas, las presiones de su entorno más cercano y la falta de madurez son algunos de los motivos por lo que las nuevas generaciones tienden a sufrir problemas psicológicos.
Además, el estudio revela que parte de “culpa” la tienen los padres, que en el momento de la crecimiento emocional de los hijos, les ponen límites a esas ansias de libertad, reprimiendo así el desarrollo natural de la madurez del joven. El estudio añade que, las personas que viven directamente este estrés y desencanto con la sociedad en realidad son los padres, y son ellos los que transmiten dicha “infelicidad” y presión a sus hijos, con frases como: "Yo a tu edad ya estaba casado, con trabajo fijo y casa propia".
Aunque no solo los padres, también intervienen otros factores, como las redes sociales que generan altas expectativas sobre una vida social llena de actividades, diversión, y lejos de preocupaciones.
Una serie de factores que los adolescentes van acumulando y que al llegar a los 18 se transforma en un estado de ansiedad que suele explotar entre los 25-30 años en forma de depresión. Los especialistas afirman que aquellos que llegan en busca de ayuda son los que peor se encuentran anímicamente puesto que, ya llevan tiempo arrastrando el problema.