En los últimos años, las ciudades más importantes del mundo han visto como el alquiler y la vivienda en propiedad ha aumentado su precio convirtiéndose casi en imposible adquirir una vivienda en condiciones por un precio asequible, como es el caso de Hong Kong. Hasta casi 650.000€ puede llegara costar un piso de 27m2 al oeste de la isla, suponiendo 19,4 veces superior el coste medio de la vivienda que los ingresos. Además, los precios de alquiler también son exorbitantes y el período de espera para las viviendas sociales puede llegar hasta cinco años.
El aumento de los precios de la propiedad ha provocado que los jóvenes vivan cada vez en espacios más pequeños o en nuevos tipos de alojamiento compartido, como es el caso de las nanoviviendas. Un nuevo y revolucionario estilo de vida que parece ser la solución para muchos jóvenes de Hong Kong pero que también ha levantado críticas.
Nanoviviendas propias o compartidas son algunas de las soluciones que se presentan para los jóvenes de Hong Kong. Incluso algunas personas pobres apuestan por alquilar los llamados apartamentos “subdivididos”, es decir, apartamentos cortados en pequeños espacios insalubres. Otros sin embargo, alquilan apartamentos en los famosos edificios llamados 'Bibliotecas'. Edificios antiguos rehabilitados con unas 100 o 200 camas distribuidas entre 15 apartamentos, en los que solo disponen de una cama y un pequeño escritorio, ya que las duchas, cocina y espacios de actividades son compartidos. Por vivir en una de estas bibliotecas, los jóvenes pueden llegar a pagar hasta 700€.
Una situación que, aunque no ha llegado de forma tan radical a Europa, ya empieza a preocupar. En los últimos meses, Barcelona ha experimentado un aumento de la compra y venta de la vivienda de casi un 20%, y por un piso cerca del centro de unos 40m2 se llega a pagar más de 250.000€. Sin contar con un alquiler que imposibilita a los jóvenes independizarse y se ven obligados a compartir piso entre 3 y 5 personas.