En el sótano mágico de un restaurante de Barcelona se enciende una gran pantalla y suben el volumen de unos altavoces de fiesta. El motivo, en este caso, es el debut de Colombia en el Mundial de Rusia 2018.
Johan Mojica y Radamel Falcao, el pichichi del fútbol colombiano, representan el lateral fuerte del conjunto colombiano. Los únicos que han dado juego, incluso con James Rodríguez cuando ha sustituido a Quintero por un cambio en la segunda parte.
La afición colombiana se ha dejado ver en algunos bares de Barcelona: Diobar y Córner. Ambos en la avenida de Marquès de l´Argentera, lugar concurrido por turistas. aunque el sótano del Diobar requiere conocer bien el lugar. Ni siquiera el restaurante superior, que se encuentra a pie de calle, deja ver las escaleras que llevan abajo, si no fuera por una especie de centauro que luce en la puerta con el nombre del local.
Casi una treintena de colombianos se han reunido en el sótano del centauro par animar a su selección. Uno de los favoritos de la selección, el portero, Bernardo Espinosa, que ha salvado al equipo en más de una ocasión, sobretodo en la primera parte, cuando más ha contraatacado el equipo colombiano.
Las aficionadas animaban más fuerte que ellos. En el minuto 72, el equipo japonés ha marcado su segundo gol y ha empezado el turno de oportunidades a portería para Colombia. “Onda, chey!” grita uno de los aficionados sentado en primera línea de Diobar cuando Rodríguez ha chutado a portería sin suerte. Seguidamente, dos intentos más a portería y cero goles. “Quedan quince minutos y están viendo cómo vuela el tiempo”, ha comentado otro colombiano con poca esperanza para que el equipo cafetero remontase al grupo nepal.
Silbido final. 1-2 y en los cinco minutos más que ha añadido el árbitro, solo han sido puro sufrimiento para los seguidores colombianos. Un tiempo de descuento en los que pocos, han aclamado un “sí, se puede” contra “mi querida patria, nos jodió”, según otro seguidor.
Del Diobar han salido algo con mal sabor de boca y no precisamente por los combos de comida que se ofrecen los días de fútbol, si no, por el resultado. Un ambiente distinto al que se han creado en Córner. Aunque Colombia ha perdido en el terreno de juego, en Córner no han dudado un momento para celebrar el encuentro: ‘¡marchando una caña!’ antes del siguiente partido de la tarde, Polonia-Senegal.