La reducción de la tasa rosa es uno de los temas que más se debate en la actualidad a manos de políticos y activistas, y es al mismo tiempo la eterna pregunta que tienen las mujeres cuando hacen la compra. ¿Qué diferencia hay entre unas cuchillas de mujer y unas de hombre? ¿Su color? ¿Por qué son tan caras?
Un debate que parecía no tener fin ni solución, al que Escocia ha querido arrojar un poco de luz convirtiéndose en el primer país del mundo en ofrecer tampones y compresas gratuitas a aquellas mujeres con bajos ingresos. El objetivo es combatir así la llamada period poverty. El gobierno escocés trabajará con la organización FareShare para que esta iniciativa llegue a más personas, aunque ya se trabaja en ella desde el verano pasado con un programa piloto que ha beneficiado a más de 1.000 mujeres.
El gobierno escocés invertirá alrededor de 568.000 euros para extender la ayuda a otras 18.800 mujeres en situación de riesgo económico, incluidas niñas y jóvenes de "escuelas, institutos y universidades". Es una cuestión de higiene, pero sobre todo de dignidad, tal y como apuntan desde la organización. "Es inaceptable que cualquier persona en Escocia no pueda acceder a productos sanitarios y me complace que podamos trabajar con FareShare para que los productos estén disponibles de forma más amplia a través de los servicios prestados por sus socios", ha explicado la secretaria de Igualdad escocesa, Angela Constance para la BBC.
Ahora solo falta esperar que el resto de países tomen nota y añadan esta iniciativa.
LAS HERMANAS QUE REPARTEN COPAS MENTRUALES EN SINGAPUR
Cada vez son más las iniciativas sin ánimo de lucro que se dedican a repartir material de higiene íntima y ofrecer educación sexual a mujeres sin recursos. Como es el caso de estas tres hermanas que reparten copas menstruales en Singapur con el objetivo de ofrecer facilidades a las mujeres sin recursos y al mismo tiempo reducir deshechos.
En Filipinas, las trabajadoras de las plantaciones pierden una semana de trabajo (y de ingresos) porque no pueden pagar toallas femeninas. En India, más de 113 millones de adolescentes corren el riesgo de abandonar la escuela debido al estigma que existe alrededor del ciclo menstrual, según el Banco Mundial. "Freedom Cups ayuda a las mujeres del primer mundo a reducir sus desechos, y a las mujeres del tercer mundo que no pueden pagar productos sanitarios" explican las jóvenes.
Hechas de silicona médica, cada copa puede durar hasta 10 años, lo que equivale a unos 5.000 productos sanitarios, sostiene Vanessa. Esto hace que sea una opción más económica y ecológica.