Un estudio dirigido por un experto de la Universitat de Barcelona (UB) y publicado en la revista Conservation Biology evidencia que la protección de 300.000 kilómetros de aguas de la Patagonia podría contribuir a mejorar la conservación de un 20% de la población de aves marinas y de su hábitat natural.
Los ecosistemas marinos de la Patagonia argentina destacan por su biodiversidad biológica, pero a su vez son unas de las zonas de aguas más amenazadas del mundo, tanto por la acción humana como por el calentamiento global.
En el marco de esta investigación, el grupo de expertos ha estudiado las poblaciones de catorce especies de aves marinas, las más amenazas del mundo, que viven a lo largo de los 3.000 kilómetros de la costa de la Patagonia.
Entre las especies más amenazadas en esta zona del planeta, se encuentran la gaviota Olrog, el cormorán gris y el pingüino de Magallanes, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El estudio dirigido por un experto del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la UB, Francisco Martínez abre la puerta a la identificación de áreas clave para conservar estas unos dos millones de estas aves.
"Es preciso revisar las áreas marinas donde habitan estas aves para mejorar la gestión medioambiental", ha explicado Martínez sobre la motivación del estudio.
Esta reconfiguración de los espacios protegidos es "un proceso de adaptación en que hay que integrar a todos los agentes implicados, desde los pescadores a las entidades conservacionistas", ha concluido el investigador.