Ser o no ser primera dama, esa es la cuestión

Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de Andrés Manuel López Obrador, ha preferido definirse como la ‘compañera’ del nuevo líder mexicano: "Para la verdadera transformación de la vida pública de México, tenemos que comenzar a pensar y actuar diferente”.

Natural de Ciudad de México, Gutiérrez Müller es una reconocida periodista y escritora. Ha trabajado durante diez años en el diario El Universal, en la Dirección de Difusión en el Gobierno de la Ciudad de México, y también como asesora de Asuntos Internacionales durante el Gobierno de López Obrador en la capital. Ha publicado varios libros de novela, poesía y monografías académicas, y es la mujer del presidente con mayor nivel de estudios de toda la historia del país azteca (licenciatura, máster y doctorado).  

MENSAJE REIVINDICATIVO

Por tanto, no sorprende que tenga tal conciencia política y reivindique con fuerza el papel de la mujer: "Estoy obligada a decir y hacer las cosas diferente. Ya no nos ven como un adorno, tenemos espíritu, corazón, iniciativa y coraje. Vamos a feminizar la vida pública. El estado le ha fallado a las mujeres y no podemos permitir que nos vuelvan a fallar".

Gutiérrez Müller ha añadido que la compañera de un presidente debe participar en todo lo que pueda, hasta un límite: “No hablo para nada de una esposa que se convierte en una sombra complaciente, silenciosa o dócil ante un sistema que perpetúa las desigualdades".

La periodista y escritora no quiere que ser la pareja de López Obrador interfiera en su trabajo: "Sería imperdonable que me convirtiera en algo que no he sido y en algo que critico. Quiero ser su compañera como hasta hoy y también quiero ser Beatriz. Haciendo lo que me realiza, ser madre, cuidar de mi familia, y también seguir con mi profesión, que me gusta mucho".

EL CASO ESPAÑOL

Beatriz Gutiérrez Müller no es la primera en ser contraria a la figura de la primera dama a la sombra de su esposo el presidente. Anteriormente, hubo en España un caso similar. Esta vez, la protagonista fue Sonsoles Espinosa, esposa del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.

Espinosa fue criticada en su día por no acompañar en repetidas ocasiones a Zapatero en sus actos oficiales. El diario británico The Guardian la llegó a comparar con Carla Bruni por su "elegancia y belleza" (como si eso fuese de relevancia), pero la española prefirió desmarcarse y no estar a la sombra del expresidente español.

OTRO EJEMPLO EN URUGUAY

En el país charrúa encontramos otro ejemplo. Lucía Topolansky, ex guerrillera tupamara al igual que su marido, el expresidente José Mujica, nunca ejerció como primera dama.

Tras más de una década en la cárcel, siguió un camino político similar al de Mujica. En el año 2000 pasó a formar parte de la cámara de Diputados, y en 2009 fue elegida senadora, encabezando la lista más votada: "Mi deber es cumplir la función para la que me puso la gente, que es el Senado". Conocida por su carácter y determinación, Topolansky es, desde el 13 de setiembre de 2017, vicepresidenta de la República.