Todo en la vida tiene su fin, y así sucede con las zapatillas de deporte. Para tenerlas en buen estado, debes comprar unas bambas nuevas teniendo en cuenta cuánto tiempo las hayas usado o el kilometraje que sumen. A continuación, te decimos el momento oportuno para la despedida.
Para empezar, es importante que sean unas buenas deportivas. El calzado es un factor decisivo tanto si vas al gimnasio a levantar pesas como si practicas footing en espacios al aire libre. Según explica el entrenador del gimnasio Brick New York, Ben Sweeney, “cuando las zapatillas se desgastan, el molde de tu pie se vuelve plano, y pueden causar estrés en el pie e incluso lesiones”. Así que, dejando de lado el apego que tengas por tus viejas bambas, si ves las suelas desgastadas ha llegado la hora de decirles adiós antes de que te provoquen más males. Si quieres ir a la moda y, al mismo tiempo, apostar por unas buenas deportivas las Toy Sneakers de Puma son la respuesta adecuada. Además, los múltiples colores que las forman pondrán el foco de atención.
La vida útil de las deportivas cambia según el uso que les des. Por ejemplo, si dedicas el tiempo a correr debes cambiar las zapatillas cada seis meses (480 a 725 kilómetros). El momento del cambio empieza cuando notes que tienen menos respuesta al contacto, la suela desgastada y la parte superior (lo que cubre el pie) se está rompiendo, tal y como afirma el director de calzado para running y training de Reebok, Ted Fitzpatrick.
En el caso de que levantes peso, la vida útil es de 12 meses aproximadamente. La fecha de caducidad se alarga más en el tiempo porque es probable que este tipo de zapatilla la uses menos tiempo que otras deportivas. Por este motivo, tardarán más en desgastarse y el signo clave será cuando la parte superior pierda rigidez. También si no amortiguan bien o empiezan a oler mucho.
Aquellos que entrenan deberán cambiarse las deportivas cada seis meses. Sucede lo mismo que con las de running, los signos de deterioro se basan en el desgaste en la suela y la parte superior. Los ejercicios de entrenamiento implican bastantes movimientos laterales, así que tendrás que fijarte si el revestimiento se deshilacha o se rasga. Sweeney recomienda tener dos pares de zapatillas en caso de que dediques mucho tiempo a entrenar.