Los rezos musulmanes a todo volumen y las apariciones de hombres inmóviles sentados entre el público auguraron que no sería un desfile normal, una puesta en escena que generó una gran espectación entre el público durante unos cuantos minutos. Umit Benan ha querido montar un espectáculo en la ciudad condal para dar voz al racismo que sufre la comunidad musulmana y africana.
Como hombre musulmán que vive en un polarizado mundo occidental, a través de su colección God is Black 2, ha querido mostrar al mundo una realidad diferente a la que estamos acostumbrados en Europa. El diseñador canaliza el controvertido carácter del musulmán negro con chaquetas camperas, trajes, caftanes, clásicos abrigos de sastrería y cárdigans.
El casting que escogió el turco fue completamente negro, lejos de los cabellos rubios y las facciones arias que predominaron en los desfiles de Sita Murt, Mans Concept o Maite by Lola Casademunt, sus hombres y tan sólo una mujer mostraron todo tipo de pieles.
Conjuntos totalmente europeizados que combinan turbantes o velos, así es la propuesta de Umit Benan. Los tonos arenosos y oscuros combinados en total looks monocromáticos señalan las culturas musulmanas, los naranjas, azules, verdes e incluso algunos estampados la africana y el efecto desgastado de la ropa recuerda a la de un paleta o un obrero. Pero si vemos los patrones, la superposición y las formas identificamos ropa que podríamos llevar en las culturas europeas perfectamente.
Sus maniquíes de miradas penetrantes y cuerpos de escándalo lucen sus piezas de una manera diferente, con seriedad, integridad y predisposición. Umit Benan es pionero en usar el diseño para contar historias, ve la moda como algo más que una propuesta de nuevas siluetas y formas para cada temporada. Aunque genera sus colecciones enfocado en prendas reales, fabricadas para ser usadas por hombres reales el objetivo es el de comunicar un mensaje.