Hace unos veinte años las Galeries Maldà se encontraban en pleno apogeo, los que visitaban la ciudad condal no dudaban en recorrer la calle Portaferrissa para acceder a ellas. Tras mucho tiempo de triunfo, llegó una época en la que sus pasillos se quedaron vacios y la mayoría de sus tiendas cerraron las persianas para no volver a abrirlas nunca más.
Hoy en día, las galerías Maldà han vuelto a recuperar su esencia, en parte gracias a la empresa Reino de Juguetes que se ha encargado de resucitarlas con locales temáticos como el de Harry Potter, de Dragon Ball o incluso de Juego de Tronos. Pero la guinda del pastel se la lleva el establecimiento que acaba de abrir, el primer supermercado friki de Barcelona es un local pequeño pero curioso, sus paredes están decoradas con miles de ilustraciones kawaii y sus estanterías rebosan de chocolatinas, cereales, bebidas y galletas de algunos de los cómics o de las películas más impresionantes del mundo del cine.
Reino de Juguetes es la empresa que se ha encargado de resucitar estas galerías, Rubén Sánchez, su consejero delegado, ha explicado en exclusiva a BMagazine como lo han conseguido: "Reino de Juguetes es una empresa muy valiente, que ha nacido de la calle, en Barcelona. Nosotros amamos lo que hacemos y el público quiere proyectos 'con magia'. Las Galeries Maldà necesitaban encontrar una identidad y por fin la hemos encontrado, hemos salvado la única galería comercial que quedaba en Barcelona".
Ismael Álvarez, o como el se hace llamar en las Maldà, Ismi Mouse es el encargado del departamento de Imagen y comunicación, y ha explicado porque estas galerías vuelven a tener transeúntes y curiosos por todos sus pasillos: “Hace un año vimos esto y deducimos que tenía muchas posibilidades, por eso abrimos la primera tienda”. “A raíz de aquello empezamos a abrir más tiendas y esto se fue animando muchísimo más, otros empresarios también han querido invertir o abrir establecimientos y entre todos hemos conseguido que las Maldà tengan una segunda vida, aunque un poco diferente”.
Ismi también ha desvelado como se les ocurrió la idea de montar un supermercado: “Nos faltaba un sitio donde aunar todos los artículos extraños del mundo de la alimentación que no se pueden encontrar en un supermercado normal”, “La gente tenía muchísimas ganas de un lugar así, la repercusión ha sido impresionante. Hay mucho público que compra este tipo de productos online, pero no es lo mismo, aquí pueden venir, verlo, tocarlo e incluso probarlo”.
En el super friki market podemos encontrar la hidromiel y la cerveza de mantequilla, bebidas típicas de Juego de Tronos y Harry Potter; la chocolatina de Willy Wonka, con su billete dorado para poder acceder a la fábrica de chocolate; el ramen de Pikachú, e incluso insectos con sabor barbacoa, uno de los productos que más están triunfando.
Además de Coca-cola de todos los sabores y más alimentos totalmente alucinantes, encontramos a sus dependientas, a las que han apodado como las tres friki nenas. Soraya, una de ellas nos explica porque es tan impresionante este pequeño establecimiento: “Esta tienda tiene parte de mi y de todos los que trabajamos en ella, porque todos nosotros podemos defender los productos que vendemos. Somos fans de lo que hacemos y eso se nota a la hora de trabajar”.
Sin duda el super friki market ha consolidado a las galerias Maldà como un punto de encuentro para toda la comunidad friki de Barcelona, e incluso de algunos de los turistas que se acercan a ellas para poder disfrutar del lugar más excéntrico y curioso de la ciudad condal.