Yolanda Claramonte se dio a conocer cuando participó en el reality show de convivencia Gran Hermano. A partir de su paso por el programa tuvo una hija con uno de sus compañeros y no dudó en aprovechar el alud de fans con los que contaba para abrirse un canal de Youtube y así mantenerse en la cresta de la ola. La mayoría de sus 460.000 seguidores en Instagram y 224.000 suscriptores en Youtube la siguen por su espontaneidad, la manera que tiene de comunicar y lo natural que parece a través de la cámara.
Era una de las influencers del momento. Su faceta como madre ha ayudado a muchas otras, pero un giro de los acontecimientos ha hecho que todo esto se tuerza y su credibilidad se pierda rápidamente.
CRÍTICAS INESPERADAS
La joven LoveYoli, como se hace llamar habitualmente en Instagram, llevaba días anunciando un nuevo proyecto, que supuestamente, iba a gustar mucho a su comunidad de seguidores. El resultado no ha sido el esperado, la youtuber ha recibido una avalancha de críticas con las que no contaba.
El proyecto del que hablaba Yoli era una marca de ropa con la que madres e hijas pudieran ir a conjunto. Las primeras impresiones fueron buenas, hasta que algunos de sus seguidores se dieron cuenta de la trampa. Yolanda había comprado cantidades industriales de prendas en AliExpress, una página web china que se diferencia por tener unos precios extremadamente bajos, para luego revenderlas multiplicando el precio tres y cuatro veces.
APROVECHADA Y ESTAFADORA
Los seguidores no han tardado en viralizar el caso y la han acusado de aprovechada y estafadora. No entienden como ha podido tomar por ingenua a su comunidad de fans y esperar a que ninguno de ellos asociara las prendas con la de la página web oriental.
Yolanda no ha tardado en responder. Ha asegurado que ella trabaja como "una pequeña tienda de barrio que compra al por mayor" y ha asegurado que ella tan solo se lleva un porcentaje muy bajo de lo que vende. ¿Podría estar engañando LoveYoli a sus seguidores? Esto podría costarle su principal trabajo como influencer y dejarle una etiqueta para siempre.