Mesas de mármol, paredes de colores pastel, mostrador de estilo vintage y el banco de la serie que les lanzó a la fama, Sexo en Nueva York. En Magnolia Bakery cuidan hasta el último detalle: “Es lo que marca la diferencia”, aseguran la jefa de repostería Bobbie Lloyd y el CEO Steve Abrams a BMagazine. Los creadores de las famosas magdalenas de la serie dan a conocer su marca en España, de la mano de Seagram’s New York Hotel, una oportunidad que trae a la ciudad condal algunos de los 250 tipos de dulces que elaboran en la mítica pastelería neoyorkina.
CRECIMIENTO EXPONENCIAL
“Antes de Sexo en Nueva York éramos una pastelería normal, pequeña, no muy famosa”, explican los responsables. En 2005 publicaron un vídeo de Magnolia en Youtube que se hizo viral y en 2007 ya se consolidó como una repostería de referencia.
Este viernes inauguran un corner en el hotel 1898 de Barcelona. Este estará abierto al público del 14 de junio al 14 de julio, una semana más de lo que Magnolia Bakery estuvo en Madrid. A diferencia de su público habitual en Estados Unidos, que suele ser diverso, a raíz de su experiencia en la capital española, se han dado cuenta de que atraen a una clientela más juvenil y moderna, entre ellos bloggers e influencers que no se pueden resistir a fotografiar sus vistosos y apetecibles cupcakes. Estos son diferentes a las magdalenas al uso, llevan un acabado de frosting muy característico y toppings que solo se encuentran en los Estados Unidos, y que llaman la atención a cualquiera.
IMPORTANCIA EN LOS DETALLES
Para Magnolia Bakery la puesta en escena es muy importante. Un botones en patines recibe a los clientes en la puerta del local y les acompaña de la mano hasta el interior. Allí los reposteros montan los cupcakes durante dos minutos. Tal como explican a este medio, tardan un mínimo de 40 horas en profesionalizar la técnica. Parece fácil pero requiere de mucha práctica. “Cada una de nuestras creaciones está hecha con mucho cariño”, incide Steve Abrams.
PRODUCCIÓN ARTESANAL
La serie Sexo en Nueva York se convirtió en un propulsor de ventas para la empresa, pero lo que les ha hecho triunfar y seguir al pie del cañón más de 20 años después es la calidad de los productos con los que elaboran sus especialidades. “Nos han ofrecido abaratar los costes con masas preparadas e industrializar la producción, pero nosotros preferimos hacerlo de manera tradicional y con los mejores productos del mercado y de temporada”, explica la jefa de repostería.
Harina, mantequilla, azúcar y huevos, son la formula infalible para convencer a cualquier amante del dulce. Pero no se reducen solo a los cupcakes, en su carta seducen también otros postres como los brownies y las cookies: “Le damos una vuelta a la receta tradicional apostando por un chocolate de calidad, mezclado con caramelo artesanal y le damos un toque con sal escamada, el resultado es una explosión de placer”.
COLAS MULTITUDINARIAS
En la ciudad que nunca duerme, turistas y locales pasan horas haciendo cola para conseguir uno de los tiernos cupcakes artesanales: “Una vez pruebas uno ya no puedes parar”, ríe orgullosa Bobbie Lloyd. No obstante pese a su afán por innovar han decidido no sumarse a las corrientes veganas, puesto que “Ya hay otros negocios que están especializados en este tipo de alimentación”.
El más demandado es, sin duda, el que se comía la protagonista de la serie Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker) cuando tenía mal de amores: The Carrie Cake es una magdalena rellena de vainilla y recubierta de crema de mantequilla de vainilla rosa con decoración de margaritas. Tampoco se queda atrás su clásico y famoso banana pudding, el favorito de los más golosos.
OPORTUNIDAD DE INTERNACIONALIZARSE
El corner de Barcelona es el segundo que inauguran en Europa. Los representantes de Magnolia’s Bakery aseguran que es una “oportunidad perfecta” para darse a conocer: “¿A quién no le gusta esta ciudad? Hace muchos años que queríamos venir y ahora hemos encontrado la excusa perfecta", confirman los representantes al unísono. Y aunque no pueden alargar su estancia más de un mes en el Seagram’s New York Hotel, están negociando con inversores y promotores la posibilidad de establecer una tienda física en España. ¿Será Barcelona la elegida?