Si hace unas semanas las redes sociales se volvían locas hablando de las mamparas para mantener la distancia de seguridad entre bañistas en las playas, ahora han enloquecido con los churros de piscina. Sí, hablamos de esos flotadores de espuma de colores que utilizábamos cuando éramos niños. Pues bien, estos se han convertido en tendencia, y en líderes de ventas, por asegurar la distancia mínima de seguridad.
Una cafetería de Schwerin, Alemania, donde ya se ha permitido a los bares abrir sus terrazas, ha implantado una surrealista manera de asegurar las recomendaciones sanitarias. Sus dueños han ideado un sistema para garantizar la distancia de seguridad entre sus clientes basado en el uso de los churros de gomaespuma.
SOMBRERO CON CHURRO INCORPORADO
Cada uno de los clientes de este establecimiento debe colocarse un sombrero que cuenta con uno de estos flotadores, y que permite no acercarse demasiado a otra persona. Estos alertan del contacto físico y evitan el contagio del coronavirus.
El uso de este surrealista invento es obligatorio para consumir cualquier cosa en este local, por lo que se ha convertido en una atracción para todos aquellos curiosos que desean ver como funciona. Aunque muchos podrían pensar que se trata de una chorrada, el sistema se está implantando en muchos otros bares y restaurantes del mundo.