La capitana de la selección española de natación artística, Ona Carbonell, ha lamentado las exigentes restricciones impuestas en Japón de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio. Las duras normativas impiden que la deportista de élite pueda viajar acompañada de su hijo.
"Quería manifestar mi decepción y desilusión porque finalmente tendré que viajar sin él", aseguró la barcelonesa, que espera que esto sirva para "visibilizar y normalizar" la situación de cara al futuro.
"DECEPCIÓN Y DESILUSIÓN"
La medallista olímpica ha explicado que la “primera pregunta” que hizo el año pasado tras ser madre era si podría viajar a Tokio acompañada por su hijo Kai, pese a los problemas con la pandemia. "Me dijeron que no y otros deportistas colgaron esta situación difícil de elegir entre la lactancia y conciliar y unos Juegos, que no pueden ser compatibles. Hablé con el COE, el CSD y el COI e hice una petición al COI para ver si podía llevármelo. Me dijeron que sí se podía, pero que las condiciones no las ponían ellos sino el Gobierno de Japón".
RIESGO
En este sentido, Carbonell ha afirmado que "Pablo y Kai tenían que estar en un hotel que no sabíamos a cuánta distancia y no podían salir de la habitación y para yo ir a darle la lactancia debía salir de la burbuja e ir a su hotel. Eso era un riesgo para el equipo y no era lo adecuado para ellos (Pablo y Kai)".
"Finalmente he tenido que tomar una decisión muy dura, con mi equipo, que me está ayudando mucho, con mi entrenadora, que también me está ayudando, y con mi familia, porque las condiciones que pone el gobierno de Japón son incompatibles con rendir en unos Juegos Olímpicos", ha zanjado la capitana de la selección española de natación artística.