Poner todos los focos sobre la oscuridad administrativa. Hacer pasar por una cinta todas las hojas del expediente urbanístico del hotel del Palau. Encontrar los responsables y determinar por qué todavía no han rectificado la modificación del PGM que puso el entorno del Palau patas arriba, con tráfico de influencias incluído. Después que los vecinos hayan perdido el juicio del hotel del Palau, con la absolución de Millet, Montull y la plana mayor del departamento de Urbanismo, la AVV del Casc Antic y la entidad Veïns en defensa de la Barcelona Vella (VDBV) reclaman que “se haga justicia moral”. Ellos ya han sido condenados a pagar los 15.000 euros de las costas del juicio, ahora quieren que se devuelvan las cosas al sitio que les corresponde.
La picaresca en el intercambio de pastillas alrededor del Palau de la Música terminó salpicando al Ayuntamiento de Barcelona, a la Generalitat, al colegio de la Salle, al Palau, y por ende, a todos los vecinos de Ciutat Vella. Los tejemanejes en la construcción de un hotel que no respondía al interés público (así lo recogen las sentencias judiciales), ha provocado una implosión en el seno del departamento de Urbanismo.
¿JUEGO SUCIO DESDE URBANISMO?
Tal como denuncian los vecinos, a finales de julio un grupo de 190 profesionales y funcionarios del Ayuntamiento presentaron un escrito a la alcaldesa Ada Colau que llevaba, como idea implícita, el hecho que en la ciudad se hacía un urbanismo honesto. “Juego sucio”, señalan los vecinos, quienes consideran que los cargos del departamento querían poner entre la espada y la pared al ejecutivo municipal.
Los vecinos piden que se lleve a cabo de una vez por todas la retirada de la modificación del PGM, tal como se aprobó en los plenos de junio de 2010 y julio de 2016. Desde entonces, ya han habido hasta tres gobiernos distintos, pero la situación no ha avanzado. De hecho, a lo largo de todo este tiempo el proceso ha ido perdiendo fuerza política, ya que en el último pleno de 2016 incluso hubo un par de fuerzas políticas que se opusieron al planteamiento que hace años atrás recibía el apoyo unánime de la cámara municipal.
LA EMPRESA HOTELERA MARCA TERRITORIO
La marcha atrás en la modificación del PGM responde a sellar la imposibilidad que Olivia Hotels SA pueda llevar a cabo su instalación turística (iluminación del entonces mandamás del Palau, Félix Millet). De hecho, ahora la cadena hotelera ha relanzado su interés en desarrollar el alojamiento y solo tendría que renovar sus permisos para llevarlo a cabo, ya que el MPGM todavía se lo permite. Eso sí, en un edificio que ahora tiene la fachada y el interior catalogado. Circunstancia que da a la empresa muy poco margen de maniobra para abrir un hotel en su interior. Ahora bien ¿Puede Olivia Hotels reclamar una indemnización a posteriori al verse incumplidos sus 'derechos'? Los vecinos temen que podría ser posible.
Ahora la pelota está en el tejado de la Generalitat, ya que es esta administración la que debe determinar su posición ante la pérdida de superficie en propiedad que le supuso el cambio de cromos en la modificación del pan metropolitano. Una vez la Generalitat tome una decisión, el Ayuntamiento, como administración competente en urbanismo, deberá de adoptar la resolución que considere oportuna para volver al punto de partida, tal como reclaman las entidades vecinales.
Las organizaciones quieren que el proceso sea lo más transparente posible. “Ya que el Ayuntamiento ha generado un espacio de transparencia, hemos de hacer un seguimiento fiscalizador de los pasos que dan”, sugieren desde la plataforma vecinal. “Estamos muy desesperados en esta cuestión, no podemos admitir que acabe un nuevo mandato y esto no se haya resuelto”.