Via Laietana amanecía este martes con el anuncio por parte del consistorio de una inminente inversión de dos millones de euros para “pacificar” la arteria que divide Ciutat Vella. La respuesta de la Associació de Veïns i Comerciants no se hacía esperar y a primera hora ya adelantaban que habían firmado un convenio con la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) para desarrollar un “proyecto integral” de reforma de la vía al margen del Ayuntamiento. Y es que aunque la plataforma considera que las medidas recién presentadas por el consistorio “van en la buena línea”, también remarca que son “actuaciones insuficientes” y plantean “un plan de mantenimiento y lavado de cara muy superficial”.
Ante el “inmovilismo” de la administración sobre un posible proyecto integral que rediseñe Via Laietana en profundidad, la asociación vecinal realizará un concurso entre 10 estudiantes de la Escola Tècnica Superior d'Arquitectura de Barcelona. Del 19 al 26 de junio, los alumnos presentarán un proyecto estratégico para la renovación de esta arteria que debe servir para convertirla en un eje cívico y comercial, respetando la linealidad como vía de acceso para vehículos y revalorizando la transversalidad del centro histórico de Barcelona.
Vecinos y comerciantes llevan años exigiendo una actuación que acabe con el exceso de tráfico, los disparados volúmenes de contaminación ambiental y sonora y sus escuetas aceras. Pero la posibilidad de una remodelación nunca acaba de pasar de las promesas electorales. En este escenario, la propuesta de la concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, y el comisionado de Memoria Histórica de la ciudad, Ricard Vinyes, no responde a las demandas históricas de su tejido vecinal que exige un plan mucho más ambicioso.
EL PLAN DEL AYUNTAMIENTO
Una de las principales medidas planteadas por el consistorio es la desaparición de las semi-rotondas de la plaça Antoni Maura, actualmente congestionada por el uso que se le da como parada de taxi y aparcamiento de motos y autocares turísticos. La propuesta se trasladará a los consejos de barrio del Casc Antic y el Gòtic y la intención del consistorio es que las obras finalicen en 2019.
En cuanto a las aceras, una de las eternas quejas vecinales tanto por su dimensión como por su estado, el Ayuntamiento prevé una serie de actuaciones relativamente asiladas que se centran en la sustitución del pavimento deteriorado, pero no reformulan su diseño ni su trazo y que se realizarán entre el 2018 y el 2019.
Además, el consistorio continuará con la estrategia iniciada durante el anterior mandato que contemplaba la ampliación de las aceras para generar espacios de encuentro donde la alineación de la fachada está reculada. Es el caso de los cruces de Via Laietana con las calles Tomàs Mieres, Julià Portet, Dr Joaquim Pou, Princesa, Manersa, Àngel Baixeras y Joan Massana.
UNA VÍA PARA LA MEMORIA HISTÓRICA
Además, el consistorio ha anunciado que retirará el nombre y el monumento en memoria de Antonio López, vinculado al comercio negrero, de la plaza del distrito de Ciutat Vella. Esta iniciativa se enmarca en una medida de gobierno que tiene como eje esencial la recuperación de la memoria histórica de la construcción de la Via Laietana y que también prevé una intervención en la sede de la Jefatura de la Policía Nacional, ubicada en el número 43, para dar a conocer la historia de la represión en la ciudad.
Para aportar una visión y un debate ciudadano en torno al futuro de la plaza de Antonio López, se ha previsto celebrar el próximo mes de junio un seminario en la sede del distrito de Ciutat Vella que versará sobre el monumento esclavista y la caracterización contemporánea de una estatua, abordando este caso concreto.
LA REFORMA INTEGRAL, EN EL HORIZONTE
Si bien la mayoría de las medidas anunciadas son estrictamente puntuales, Pin ha remarcado que los 'comuns' tienen como horizonte la futura pacificación de Via Laietana que mejore su conexión a pie y no divida el Gòtic del Casc Antic. Aunque como ya reconocieron, la reforma integral que reconocen como necesaria no se llevará a cabo en este mandato.
Precisamente, el Grup Demòcrata ha criticado que el gobierno de Colau no haya abordado la remodelación como un proyecto integral sino a través de “medidas puntuales”. La concejala Mercè Homs ha calificado de “tomadura de pelo” las acciones anunciadas por Pin después de dos años de gobierno y ha recriminado que “anuncien cosas que ya estaban previstas”.