La Sinagoga Mayor de Barcelona amanece esta semana con pintadas antisemitas en la fachada del oratorio. ‘Fora de la nostra terra’ es la frase que aparece escrita entre un lado y otro de la puerta principal. Las letras, grandes y en mayúsculas se han pintado con spray negro a la altura de los ojos de cualquier viandante que pasase por al lado de la sinagoga, situada en la calle Marlet del barrio del Gòtic.
Además, éste no ha sido el único mensaje con el que se ha encontrado una de las cuatro comunidades judías asentadas en la ciudad de Barcelona. Los mismos anónimos que han escrito la frase mencionada, también han anotado ‘pigs’ (cerdos), precisamente, uno de los animales que, según los preceptos de la tradición judía, se considera impuro y por lo tanto, las personas judías practicantes, no tienen permitido ingerirlo. Igual que otros animales considerados impúdicos.
La mañana del jueves 8 de enero, la comunidad de esta sinagoga está a la espera de retirar las pintadas lo antes posible, ya que es un ataque a la libertad de culto reconocido en el artículo 16 de la Constitución Española y a los Acuerdos del Estado con las comunidades judías españolas plasmados en noviembre de 1992 al servicio del pleno ejercicio de la práctica religiosa y a la conservación del patrimonio cultural de interés religioso. Haciendo uso de los recursos legales, la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (LICRA), prevé presentar una denuncia en la Oficina per la No Discriminació (OND), el servicio principal del ayuntamiento de Barcelona para que la ciudadanía y organizaciones puedan dejar constancia y asesorarse sobre los delitos y los discursos de odio. El mismo jueves, el portavoz del gobierno municipal, Gerardo Pisarello, ha anunciado que ya han ordenado retirar estos grafitis, así como su compromiso en apoyar el caso a través de la OND para presentarlo a la fiscalía antiodio de Barcelona. El presidente de LICRA, Isaac Levi, tacha de indignante la pintada de la Sinagoga y reconoce que hacía tiempo que no veía mensajes de este tipo en la ciudad. Desde la Sinagoga, el mensaje es pacífico: "estamos aquí para dar a conocer la historia que nos une a esta tierra, tan antigua como la propia ciudad y poner de manifiesto el afecto que nos traslada la gente que nos visita".
Las pintadas rompen con el reconocimiento público que apoyó el gobierno municipal el pasado 27 de enero en recuerdo de las víctimas del holocausto. Un mural de grandes dimensiones y una conferencia con el director del Memorial de Auschwitz, Piort Cywinski, recordaron a las víctimas del Holocausto en la plaza del Rei de Barcelona con motivo del Día Internacional en Conmemoración de las Víctimas del Holocausto. Un hecho, que contrasta con el análisis del profesor de Ciencia Política de la Universitat de Barcelona, Xavier Torrens, el único académico catalán reconocido por su labor de buenas prácticas en la divulgación sobre el holocausto. Torrens recuerda que el antiseminismo "es el prejuicio olvidado del siglo XXI", que junto al antigitanismo y la islamofobia, es un fenómeno social que, por ahora, las autoridades municipales no tienen voluntad de trabajar para la creación de un plan concreto por la integridad de este colectivo. El profesor lamenta que los prejuicios hacia los judíos sigan siendo los mismos que en el siglo XV y asegura que si hubiesen políticas públicas que trabajasen por ello, el índice de ataques de este tipo disminuiría.
Sin embargo, sí hay una organización impulsada por jóvenes judíos, que no se vinculan a ninguna a corriente judía concreta que pretende arrancar un proyecto para la promoción de la cultura hebrea en la ciudad de Barcelona. Se llaman Mozaika y junto con la European Association for the Preservation and Promotion of Jewish Culture and Heritage (Asociación Europea por la Preservación y la Promoción de la Cultura y el Patrimonio Judío) y el Instituto Montjuïc, tienen la intención de popularizar la cultura judía y hacerla accesible a todas las personas no judías que tengan dudas y curiosidad por esta cultura milenaria. Mozaika califica las pintadas como una acción lamentable que se debe a la ignorancia sobre el judaísmo que reina en la sociedad general "como si los judíos fuesen extranjeros", explica uno de los miembros de la organización.
CATALANES QUE NO ACEPTAN EL JUDAÍSMO
La propuesta artística hecha mural era una mezcla de elementos icónicos, artísticos, testimoniales y documentales que evocaban, no tan solo la cantidad de víctimas que sufrieron el genocidio, sino también su diversidad, con el objetivo de transmitir la memoria del Holocausto a las nuevas generaciones. El Observatorio Europeo de Memorias de la Fundación Solidaridad de la Universidad de Barcelona enfatizó la responsabilidad compartida y la importancia de la educación sobre el genocidio para fomentar el rechazo a todas las formas de discriminación. Una apuesta educativa y política que, después de las pintadas con las que se ha encontrado una de las sinagogas más antiguas de Europa (según algunos historiadores), no cala en una parte de la sociedad catalana.
La Sinagoga Mayor de Barcelona pertenece a la Asociación Judería de Barcelona y tiene por objetivo dar a conocer la evolución de la presencia judía en la capital catalana, así como sus costumbres, el patrimonio recuperado después de la destrucción del barrio judío en el siglo XIV y la relación que hubo entre la comunidad y la vida social y económica de la ciudad. A las 14:15 horas del jueves, los Mossos d´Esquadra ya se han personado al oratorio para comenzar la investigación pertinente, según ha informado la sinagoga.