Más contundencia y rapidez y menos burocracia. Esa es una de las exigencias que los vecinos y comerciantes del barrio Gòtic plantean a las administraciones para acabar con los narcopisos.
El aumento desde hace unos meses de traficantes, narcopisos y drogadictos ha hecho reaccionar a los vecinos del Gòtic, que empiezan a ver con mucha preocupación como su presencia contribuye a degradar la vida en el barrio.
Por ello, se han agrupado en una asociación, denominada Grup d'Afectats pel Narcotràfic al Gòtic de Barcelona, con la que intentan concienciar de la dimensión real del problema para los vecinos del barrio.
Daniel Milian, portavoz de la asociación, asegura que es necesaria mayor contundencia y rapidez para acabar con esta práctica. “Desde que la policía empieza a trabajar hasta que se puede desalojar puede pasar mucho tiempo. Y durante ese tiempo el barrio se degrada de manera muy rápida y se generan robos, hay peleas en las calles, y eso afecta mucho a la vida de los vecinos”. Para Milian, “uno de los problemas es que de entrada no se puede diferenciar entre ocupación de primera necesidad y por narcotráfico, y hasta que no se tienen las pruebas pasan meses. Y durante ese tiempo los drogadictos se instalan en el barrio y empiezan a delinquir, a dejar jeringuillas por la calle...”.
CAMBIOS LEGALES
El portavoz de la asociación considera que todas las administraciones implicadas en estos asuntos deberían trabajar de manera conjunta para solucionar el tema. “Ayuntamiento, Generalitat y Estado deberían ponerse de acuerdo, legislar y cambiar los protocolos y hacer que las cosas sean más contundentes. Está claro que el problema va más rápido que la capacidad de solucionarlo, y quien tiene la capacidad de legislar que haga nuevas leyes para que cuando se detecte un problema de este tipo se pueda actuar con rapidez. Parece que hayamos perdido 25 años, cuando tras las Olimpiadas empezó a descender el número de consumidores. Los vecinos mayores se ponen las manos en la cabeza cuando ven lo que está pasando, ya que creían que el problema no iba a volver. Pero si que ha vuelto y lo ha hecho con una agresividad que parece un virus mortífero, tanto que tiene pocos antídotos y soluciones. Pero tenemos los recursos y la capacidad y parece mentira que en el siglo XXI esto siga ocurriendo”.
Un problema es, según Daniel Milian, la existencia de numerosos pisos vacíos que facilitan la ocupación por parte de las mafias. “El problema de los pisos y locales vacíos es serio. Las mafias entran enseguida y luego es muy difícil echarles, ya que si dicen que llevan más de 24 hora dentro, ya no se les puede echar. Y eso hace que se sientan impunes. En algunos sitios hacen servir niños para confundir a las autoridades”.
Tras explicar que también se ha detectado que hay mafias que se dedican a encontrar pisos y locales vacíos, ocuparlos y 'realquilarlos' a los traficantes, Milian afirma que “ahora los drogadictos tiene más fácil el acceso a la droga. Ya no se vende a peso, como antes, lo que les obligaba a gastarse 30 o 40 euros. Ahora les venden monodosis, que valen unos tres euros. Y lograr tres euros pidiendo es relativamente fácil. El problema empieza a ser más serio cuando con la mendicidad no logran cubrir sus necesidades. Es entonces cuando empiezan a delinquir y se degrada la convivencia en el barrio”.
También reconoce que "creíamos que esto era un problema del Raval, pero hemos visto que no es así. Ahora, muchas organizaciones criminales han pasado del extrarradio al centro de la ciudad. Y tiene impunidiad ya que, aunque la policía hace su trabajo, la burocracia es muy farragosa. Y, mientras tanto, la situación se va degradando. En los últimos tiempos han robado en cinco comercios de la zona y han entrado en varios pisos".
MANIFESTACIÓN
Por la tarde, los vecinos han realizado una concentración en la plaza de los Traginers para mostrar su malestar con la situación que se ha generado en el barrio por la presencia de los narcopisos. La concentración, que ha atraído a muchos vecinos de la zona y de otros barrios, como el Raval, en los que la presencia del tráfico de drogas ha generado muchos problemas de convivencia, ha sido convovcada por varias asociaciones vecinales y centros educativos del barrio.