El Club Cronopios, una institución cultural y literaria del barrio del Raval, se ha visto obligado a cerrar sus puertas. La subida del precio del alquiler del local que ocupa en la calle Ferlandina es inasumible para los propietarios del club, por lo que han tenido que bajar la persiana tras cinco años en el local.
Propietarios y amigos del club se han reunido en la plaza de Sant Jaume para protestar por la situación en que se han visto inmersos y responsabilizan tanto al Ayuntamiento como a la Generalitat de su situación, a la que se han visto abocados por el problema de gentrificación que afecta a todo el barrio, aunque también han reconocido que los propietarios del local han intentado darles su apoyo para que se mantuvieran en el local, pero que la situación del mercado inmobiliario les ha obligado a tomar una decisión que le ha causado un serio prejuicio al club.
El Club Cronopios se había convertido en un centro de difusión literaria en el barrio. Organizaba lecturas de textos y otras actividades para intenar acecar la literatura de los vecinos de un barrio en el que este tipo de centros está casi desaparecido.
De hecho, este no es el primer local de estas características que se ve obligado cerrar sus puertas por no poder asumir el nuevo precio del alquiler. Durante el verano, la Asociació La Virgen – Despacho Cultural, situada en la calle de la Verge, muy cerca de donde estaba el Club Cronopios, se vio obligada a cerrar por una situaciòn similar. El local quedó vacío hasta que fue ocupado por unas narcotraficantes, lo que provocó las quejas de los vecinos.