El pasado mes de mayo, Metropoli Abierta publicaba la aprobación en el pleno municipal de la compra del gimnasio situado en la ronda de Sant Pau, 46. Una propuesta presentada por la CUP que parece no haber dado los frutos esperados.
Al parecer, el Ayuntamiento no ha tramitado aún la compra de parte del edificio ni promovido la declaración para pisos de protección oficial, por lo que la instalación se encuentra apunto de echar el cierre. Tal y como ha informado La Vanguardia, los trabajadores "lamentan que nada haya avanzado" y no dudan en avisar que “no podremos aguantar hasta diciembre” y aventuran que se verán abocados al cierre definitivo de la actividad, como muy tarde en Navidades.
HAN REDUCIDO UN 40% LA PLANTILLA
Dicho gimnasio tiene un gran componente social en el barrio del Raval desde hace más de 80 años. Según los trabajadores, atienden a 900 personas necesitadas de manera gratuita ofreciendo duchas y otros servicios gracias a la colaboración de 28 entidades. “Cada mes se duchan 1.200 personas, por lo que abonamos 400 euros de agua” explican desde el centro.
Un proyecto que se ha visto en el olvido por parte de la comitiva de Ada Colau, o así lo expresan desde el gimnasio, quienes recuerdan que para mantener el servicio se han visto obligados a reducir un 40% la plantilla de trabajadores (de 16 a 10), rebajarse el sueldo y aumentar en 15 horas semanales la jornada laboral.