Los profesionales médicos del CAP del Raval Nord han llevado sus protestas a la plaza de Sant Jaume durante el acto del pregón de las fiestas de ña Mercè. Los profesionales sanitarios se quejan del mal estado de la instalación en la que tienen que realizar su trabajo y de las dificultades que en numerosas ocasiones encuentran los vecinos incluso para acceder a los servicios médicos.
Los médicos han recordado algunas de las deficiencias que afectan a las instalaciones y al servicio que ofrecen a los pacientes: el mal estado de la puerta de acceso, que no cumple la normativa de accesibilidad de ususarios con movilidad reducida; el hecho de que las puertas de las consultas son pequeñas y por ellas ni siquiera entran ni las camillas ni las sillas de rueda; la existencia de un solo ascensor, que cuando se estropea causa enorme perjuicios a los usuarios con movilidad reducida o a las personas mayores; la sala de extracciones de sangre es muy pequeña y no puede asumir el aumento de las analíticas de los últimos años; ni la sala de espera ni muchas consultas reúnen las condiciones necesarias para ofrecer una asistencia adecuada.
También se quejan del entorno que rodea al edificio, que no reúne las condiciones de higiene y salubridad necesarias.
Los profesionales exigen que se pongan en marcha las obras del nuevo CAP que consideran imprescindible en la Raval Nord y que también han exigido de manera reiterada y en diferentes escenarios los vecinos del barrio, hartos de sufrir los inconvenientes de unas instalaciones que no reúnen las condiciones necesarias para que los médicos les puedan ofrecer la mejor atención posible.