El Ayuntamiento del distrito de Ciutat Vella no ha podido desalojar un piso de propiedad municipal ocupado, presuntamente, por la mafia dominicana para montar un narcopiso en el edificio de la calle Lancaster. La ocupación, que fue detectada y denunciada por los vecinos en el mismo momento de producirse, el pasado lunes 25, provocó la intervención de varias unidades de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana.

El hecho de que la ocupación acabara de producirse, según atestiguan algunos vecinos de la calle, les dio la esperanza de que el desalojo podría producirse en la horas siguientes. De hecho, desde el distrito se llegó a confirmar que la ocupación se iba a solucionar al día siguiente, si se cumplían las condiciones legales para ello.

VECINOS AMENAZADOS

Sin embargo, pese a la constancia por parte de los vecinos de que el piso acababa de ser ocupado poco tiempo antes de que los agentes fueran avisados, algunos de los habitantes del edificio llegaron a asegurar ante la policía que la vivienda estaba ocupada desde hacía varios días. Es decir, que la ocupación está consolidada, por lo que la expulsión inmediata no iba a llevar a cabo, tal y como pedían los vecinos de la zona, que no quieren que los ocupantes conviertan el piso en una centro de venta y consumo de drogas.

La regidora del distrito no ha podido desalojar a tiempo a los ocupas



Algunos vecinos consideran que la confirmación por parte de estos vecinos de que la vivienda lleva varios días ocupada ha estado precedida de amenazas por parte de los ocupantes, que según todos los indicios pertenecen a la mafia dominicana, para que dieran una versión de los hechos favorable a sus intereses.

La Guardia Urbana, que había pedido la documentación a las personas que intentaban acceder a la vivienda, se limitó a dejar constancia en las diligencias que trasladó al distrito de que algunos vecinos habían confirmado que los ocupantes llevaban varios dìas viviendo en el inmueble.

VIGILANCIA CONSTANTE

Para intentar tranquilizar a los vecinos de la zona, desde la sede del distrito se les ha confirmado que la policía va a mantener estrechamente vigilada la vivienda para constatar, si es el caso, que en el piso se trafica con sustancias estupefacientes. En ese caso, si el consistorio tiene plena constancia de que en la vivienda se está produciendo algún delito se podrá impulsar el desalojo inmediato de la vivienda.

Los ocupantes podrán permanecer en el interior del piso mientras se tramita la denuncia del Ayuntamiento, propietario de la vivienda ocupada y de todo el edificio.

PUERTAS ANTIOCUPA O TAPIADO

Los vecinos de los edificios de Lancaster se han quejado en retiradas ocasiones de la lentitud del consistorio en adoptar decisiones como el tapiado de los accesos a los pisos vacíos de su propiedad. Y recuerdan que cuando algunos vecinos, hace casi dos años, optaron por tapiarlos por su cuenta para evitar que volvieran a ser ocupados por los narcos, desde el consistorio del distrito se criticó la postura. Ahora, sin embargo, se ve como una solución a una situación que se ha descontrolado.

Otra opción, recuerdan, es la colocación de puertas antiocupas en los pisos vacíos de propiedad municipal, pero el pleno del distrito acaba de rechazar esa propuesta.

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