El espacio del centro de cultura y memoria del Born, inaugurado en 2013, durante la etapa de Xavier Trias como alcalde, estaba destinado a ser la reserva espiritual del independentismo, pero ha acabado por ser un inmenso agujero económico en las cuentas del Ayuntamiento. El chiringuito que fue dirigido con mano de hierro por Quim Torra, mucho antes de vislumbrarse su salto a la política con mayúsculas, ha acabado por ser uno de los dolores de cabeza municipales. Nació con mal pie y sigue de la misma manera: arrastrando una historia de la que se esconde la mitad y provocando no solo un agujero en la memoria histórica, sino otro agujero en metálico para el consistorio.
Por sus instalaciones pasaron, durante 2019 (el 2020 es un año atípico debido a la pandemia) un total de 1.170.255 visitantes, convirtiéndose en el museo municipal más visitado de Barcelona, por delante del Museu Picasso (1.091.027) y del castillo de Montjuïc (885.834 visitantes). Sus precios, no obstante, son sensiblemente más bajos que los de los otros recintos.
DOS MILLONES EN MANTENIMIENTO
Esa particularidad hace que el mantenimiento del singular centro de memoria histórica (sus responsables basaron la reserva espiritual en la figura de Rafael Casanova y su papel el 11 de septiembre de 1714, pero se negaron a colgar o a hacer referencia al bando que el insigne defensor de Barcelona leyó en aquella fatídica jornada) no sea precisamente muy soportable: el pasado 12 de marzo, el Institut de Cultura de Barcelona (Icub) otorgó un contrato a la compañía CPI Integrated Services, empresa perteneciente al grupo Copisa, para “el mantenimiento del Born Centre de Cultura i Memòria y el edificio anexo de oficinas y servicios, ubicado en la calle Comercial número 5”.
Durante los dos próximos años, ese mantenimiento le costará a la ciudad un total de 771.710 euros. Pero el encargo puede prorrogarse otros dos años, por lo que el gasto se duplicará hasta llegar a casi 1.550.000 euros. El contrato prevé, no obstante, algunas desviaciones del presupuesto, hasta el extremo que durante algunos años se pueden producir modificaciones del 20% (al alza) en los presupuestos. Por lo que se han reservado dotaciones extraordinarias anuales que, en algunos casos, llegan a los casi 100.000 euros anuales. En total, el valor estimado del contrato de mantenimiento del recinto es de prácticamente dos millones de euros.
INFORME MUNICIPAL
Un informe de idoneidad realizado por los responsables del consistorio barcelonés para justificar el contrato señala que el recinto del antiguo mercado “es un equipamiento de grandes dimensiones con un elevado número de visitas diarias y en el que se organizan actos de pequeño y gran formato de carácter cultural. El Born también es un espacio de cultura que permite disfrutar al visitante de una variada y amplia oferta de actividades, como conferencias, exposiciones, conciertos y otras. El yacimiento arqueológico del Born constituye el punto central del estudio y la difusión de El Born Centre de Cultura i Memòria”.
El informe destaca que en las salas de exposición del recinto se acumulan los objetos localizados en el yacimiento arqueológico “y se ofrece al visitante la posibilidad de aproximarse a la vida cotidiana de la ciudad de los siglos XVII y XVIII”. Entre sus finalidades también destacan “ofrecer al público diferentes exposiciones en la Sala Villarroel, la Sala Casanova o el Espai Dalmau [en total, dispone de cinco salas diferentes], y ofrecer al público instalaciones para poder disfrutar y descubrir el arte, la belleza y la creatividad de diferentes artistas tanto en la balconada como en la sala Caltellví, mientras que en la sala Moragues se acogen numerosas conferencias, conciertos y congresos”.
CINCO OFERTAS LICITADORAS
Las bases del contrato, pues, recogen que la empresa adjudicataria ha de garantizar el desarrollo de las actividades y el mantenimiento de los elementos constructivos del recinto. El espacio que acoge las excavaciones arqueológica, bajo el antiguo mercado del Born, tiene una superficie de 9.000 metros cuadrados, mientras que las oficinas ubicadas en el edificio de la calle Comercial abarcan 2.750 metros cuadrados.
En el contrato está incluido el mantenimiento de las obras, instalaciones y cualquier otro elemento ubicado en el exterior de los edificios pero que forme parte del solar donde se ubican los dos edificios y que sean de propiedad municipal. Para ese trabajo, una de las funciones de la adjudicataria es la de tramitar y actualizar las fichas técnicas que forman parte de la base de datos de jacimentborn.bcn.cat. En la actualidad, hay creadas más de 3.000 fichas para inventariar todo el recinto.
A la licitación del contrato se presentaron cinco empresas, todas ellas con un largo currículum en el sector de la construcción. La oferta de CPI no fue la más económica, sino que se fue la segunda más barata, pero sí que fue la que mayor puntuación logró tras ponderarse todas las variables. De hecho, los técnicos municipales dirigieron sendos requerimientos a dos de las compañías que presentaron proyecto, una de ellas CPI por sospechas de que habían incurrido en baja temeraria, al ser sus ofertas económicas sensiblemente más económicas que las de sus competidoras. Tras las pertinentes justificaciones, ambas ofertas fueron tenidas en cuenta.