Mohammed vivía desde hacía años en la calle Hospital de Barcelona. Frecuentaba a diario la esquina de la avenida con la calle Riera Baixa. Este hombre, de origen argelino, según fuentes vecinales y de 39 años, okupaba actualmente un piso en este punto del Raval. Este miércoles, a las 22.51 horas, se debatía entre la vida y la muerte tras recibir una puñalada en el pecho. Moría minutos después sin que el personal de emergencias pudiera hacer nada para evitarlo. Víctima y agresor eran dos conocidos ladrones. El primero acumulaba 30 antecedentes y el segundo 99.
El empleado de un restaurante cercano escuchó los gritos de varios hombres que persiguieron y atraparon al presunto homicida. "Lo vieron discutir con un hombre mayor y, de repente, este sacó un cuchillo de una funda de plástico que llevaba en el bolsillo del pantalón y lo apuñaló. Hasta él se asustó de la sangre que salió", explica a Metrópoli en referencia al atacante.
Mientras un par de chicos intentaban socorrer a la víctima taponando la herida con una camiseta, otro grupo de jóvenes atraparon al agresor y la emprendían a golpes contra él hasta la llegada de la policía. Los agentes lo arrestaron al momento, acusado de un delito de homicidio. Fuentes policiales apuntan que la víctima sería palestino y no argelino.
PATRULLA PERMANENTE
A Mohammed, conocido como Gorba entre sus amigos, se le podía ver con frecuencia en este punto donde inseguridad que denuncian los residentes y trabajadores se ha enquistado. Una vecina dice que no se metía en problemas. Santi Araña, portavoz de la asamblea vecinal Acció Riera Baixa, explica que formaba parte de un grupo de personas que merodeaban la zona. Algunos se dedican al trapicheo. Otros cometen hurtos y robos a turistas y vecinos.
El punto exacto entre la calle Hospital y Riera Baixa donde Mohammed cayó herido / GUILLEM ANDRES
El dueño de un bar cuenta que víctima y agresor coincidieron hace dos semanas en los calabozos de la policía donde tuvieron un primer enfrentamiento. Este hombre conocía a ambos. "El asesino es un ladrón profesional, muy peligroso", señala desde la barra de un bar de la rambla del Raval, donde fue arrestado el atacante. Ayer, cuando los agentes ya lo habían detenido, este hombre le recriminó su acto. "¿Pero qué has hecho?", le soltó. "¡No sabes lo que me dijo!", cuenta que le respondió con las esposas puestas. "Era un ladrón, sí, pero nadie merece que lo maten", observa este restaurador.
Era un "buen hombre", recuerda un vecino que lo conocía de saludarlo de vez en cuando, pero que denuncia la concentración de gente conflictiva en este lugar. Araña cree que la víctima trapicheaba de vez en cuando. "Quizá vendía algunos porros, no estoy seguro, pero esto es un problema social. El 40% de los vecinos del Raval viven en riesgo de exclusión social. No se dan salidas a estas personas", denuncia el líder vecinal. El agresor tiene 59 años y no era del barrio. Otro vecino comenta que vendía hachís y "pastillas".
HOMENAJE
Vecinos y comerciantes coinciden en denunciar la inseguridad del cruce entre las calles Hospital y Riera Baixa. "Necesitamos un coche patrulla fijo aquí", reclama un comerciante. Es una vieja reivindicación, tal y como recuerda. En el pasado, un coche vigilaba permanentemente la zona, pero cuando se marchó regresaron los problemas. "Va fluctuando en función de la presión policial", comenta el pequeño empresario. Normalmente, los ladrones respetan a los residentes y trabajadores, aunque esta regla se rompe cuando llega una "nueva remesa" de individuos.
Cuentan varios testigos que la ambulancia tardó entre 30 y 40 minutos en llegar. Los sanitarios intentaron reanimarlo sin éxito, ingresó en el Hospital Clínic y falleció poco después. Fuentes del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) informan que los sanitarios tardaron 15 minutos en llegar. A las 22.51 recibieron la primera alerta y a las 23.06 acudían las dos primeras ambulancias avanzadas, con un equipo parecido al de una UCI de hospital (Unidad de Cuidados Intensivos). A las 23.30 llegó una ambulancia, el tercer equipo de emergencias.
INVESTIGACIÓN
Los Mossos d'Esquadra sitúan el homicidio en el contexto de una pelea. Los agentes han abierto una investigación para aclarar las circunstancias del crimen. "Esta esquina es uno de los lugares con más robos de Barcelona.", asegura Araña. Cuenta que aquí se cometen una decena de robos al día. Los hurtos y los tirones de bolso son frecuentes, según relatan los vecinos. Esta tarde han convocado un pequeño homenaje de recuerdo a la víctima y colocarán velas en el lugar donde falleció.