El concejal del distrito de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, sigue sumando enemigos. El pasado viernes, el regidor de los comunes no tardó en salir al paso para protestar por la decisión del Ministerio de Hacienda de prorrogar un año el alquiler a la discoteca Opium, situada en el frente marítimo de Barcelona. Este movimiento del Estado aplaza los planes del Ayuntamiento y el CSIC, que habían pactado antes del verano la ampliación de las instalaciones científicas de este organismo estatal justo en el local que ocupa esta conocida discoteca.
Los planes del consistorio barcelonés pasan por cargarse el ocio nocturno del frente marítimo, la zona de Barcelona que alberga las mejores discotecas de la ciudad reconocidas a nivel mundial, tal y como recoge la lista de "The World's 100 Best Clubs" 2022.
“El Estado desprecia los acuerdos tomados con el Ayuntamiento de Barcelona y ampliar el CSIC. El PSOE prioriza el negocio privado frente la investigación científica”, afirmó Rabassa en su perfil de Twitter. Asimismo, a su parecer “el frente marítimo de la Barceloneta está saturado de ocio nocturno”.
CRÍTICAS EN LAS REDES
Los usuarios tampoco han tardado en reaccionar ante la contestación del edil de Barcelona en Comú. Mientras algunos ciudadanos han optado por señalar al consistorio como responsable de poner en peligro los empleos que genera el ocio nocturno en el litoral barcelonés, otros han recordado que la ubicación de la ampliación de las instalaciones del CSIC puede perfectamente ubicarse en otro emplazamiento sin que perjudique a los locales que hay en la zona actualmente.
En paralelo, otros internautas han acusado al Ayuntamiento de desviar la atención de otras problemáticas más prioritarias que tiene la ciudad, como los problemas de inseguridad y de suciedad en el distrito.