Cierra The Haunted Oak, el rincón más 'mágico' de Barcelona: "los espíritus no pagan hipotecas"

Preguntas, la única constante que se ha repetido continuadamente a lo largo de la historia de la humanidad. ¿Qué es real?, ¿qué es leyenda?, ¿es real lo que vivimos?, o ¿qué parte de realidad en la leyenda? Son muchas las disciplinas que han intentado encontrar respuestas y The Haunted Oak aglutina varias de ellas para tratar de ofrecer una explicación. Hasta ahora, pues ha anunciado su cierre.

Esta tienda de artesanía de artículos relacionados con las anomalías, ofrecía, en el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i La Ribera, un viaje por la historia de la magia en las culturas europeas y sus folklores a través de sus productos. Entre sus salas pueden encontrarse artículos de índole mitológica, pero también literatura mágica y esotérica. Al mismo tiempo, era el punto de encuentro de una comunidad aficionada a lo místico y ejercía tanto de taller de artesanía en madera y cuero como de academia para aquellos que querían profundizar en culturas antiguas y su relación con lo espiritual, lo misterioso y lo anómalo.

El establecimiento, que abrió durante la pandemia, capta desde el primer momento la atención del transeúnte. Entre la enmarañada red de callejuelas que es Ciutat Vella, en la calle de la Cirera, un constante goteo de personas se para ante el local, atraídos por la escultura de un dragón que les da la bienvenida y una decoración que, a veces, recuerda al paganismo celta, otras, al germánico, con tintes a la mitología centroeuropea y, en otros rincones, al esoterismo victoriano.

Llegan, se paran; entran, curiosos, al local, algunos incluso toman fotos y se van, pero "casi nadie compra", explica el regente del comercio, Fernando Mostacero, que detalla que ha tenido que cerrar porque "el mayor volumen de ventas se hace online", por lo que "no tiene sentido" mantenerlo abierto.

Crisis de la artesanía

Tallador de la madera y el repujador de cuero, observa que el sector de la artesanía está en crisis, pues "no se puede competir" con grandes industrias. "La gente agradece tener comercios artesanos, pero luego no compran, no hay una cultura que valore la artesanía. (...) Elaborar productos artesanales es caro, por lo que su precio es más elevado. Hay que comprar los materiales, dedicar tiempo a confeccionar cada cosa... todo eso cuesta dinero. Quizá sea porque los sueldos son muy bajos en este país", se plantea.

Esta tienda, "la casa de los misterios y leyendas de Europa" --como la describe--, se diferencia por los distintos usos que tiene. El comercio es solo una de las funciones, pero Mostacero también imparte clases del tratamiento de la madera y el cuero.

El problema es que "en Catalunya no hay un sector fuerte de la artesanía en cuero, por lo que la mayoría de clientes vienen o de España o del extranjero. En el sector de la madera, el Principado sí estaba más fuerte, pero ha perdido mucha potencia en los últimos años". Por último, "el centro de las grandes ya ciudades no es lugar para esta clase de negocios. Todo está enfocado al sector servicios, el turismo y un cliente joven".

Lugar de conocimiento

Además, el establecimiento hace a veces de punto de encuentro de una comunidad interesada por la historia de la magia y la brujería en Europa. También de las anomalías y lo paranormal. En The Haunted Oak, aparte de material de consulta, se organizaban charlas sobre estas cuestiones, que van desde la relación entre la bruja occidental con las volvas escandinavas, hasta la correlación entre cuentos infantiles, como Alicia en el país de las maravillas (Lewis Carroll) o con la teoría del viaje del héroe de Joseph Campbell, entre otras.

"Tratamos de forma académica todas estas cuestiones, valiéndonos de la arqueología, la antropología, el folklore y otras disciplinas, luego cada uno puede creer en lo que quiera, pero el mero hecho de que la gente tenga 'experiencias' místicas o paranormales ya es un interesante objeto de estudio", analiza.

Implicado con el barrio

Más allá de lo mencionado, era un comercio implicado con el barrio, de esos de los que cada vez quedan menos y hacen más falta. "Hicimos colaboraciones con otros negocios para revitalizar la fiesta de la patrona de la calle, fue un fracaso. Montábamos pequeñas guías por las leyendas de apariciones y fantasmas en los alrededores de Santa Maria del Mar, explicando el porqué de las historias y cómo estas historias se fueron sincretizando con el cristianismo". La triste realidad, no obstante, es que el concepto de barrio, por lo menos en el centro, "ya ha desaparecido por completo", valora.

Con todo, una bajada de las ventas en físico y la despersonalización de los barrios que sufren grandes urbes como Barcelona ha terminado con la vida de un pequeño rincón que daba personalidad al centro barcelonés. Al final, y en palabras de su propietario, "los espíritus no pagan hipotecas".