El Puerto de Barcelona recibió a 2,68 millones de cruceristas en 2016, lo que supone un aumento del 5,6% respecto al año anterior, según datos publicados hoy por el enclave. Esta cifra consolida a Barcelona como el puerto europeo con mayor tráfico de cruceristas y refuerza su posición como uno de los mayores puertos base, los de salida y llegada de cruceros.
En total, el puerto de la ciudad registró un tráfico de pasajeros de casi cuatro millones de personas, incluidos los de las líneas de ferry que conectan Barcelona con las Islas Baleares, Italia o el Norte de África. “Es una cifra nunca lograda”, ha explicado el presidente del puerto, Sixte Cambra, durante la presentación de los resultados del enclave.
Según los datos ofrecidos por Cambra, el número de pasajeros de puerto base ya representa el 58% del total de después de crecer un 14% respecto a 2015. Por su parte, los pasajeros que hacen escala en la ciudad (solo la visitan durante unas horas) se redujeron un 4%.
En este sentido, el presidente del puerto aseguró que uno de los objetivos del enclave es “consolidar Barcelona como un puerto base”, ya que se produce una mayor aportación a la economía local. Otro de los objetivos es “potenciar la llegada de cruceros durante el invierno, para que sea una actividad menos estacional, y recibir barcos más modernos para reducir las emisiones”.
IMPACTO ECONÓMICO EN LA CIUDAD
Cambra ha aprovechado la presentación de los resultados para actualizar las cifras del estudio de impacto económico de los cruceros que el puerto encargó a la Universidad de Barcelona (UB) en 2015. Según el puerto, los cruceros generan una facturación anual de 875 millones de euros que tienen un impacto de 457 millones en el PIB catalán.
Asimismo, la actividad de los cruceros emplea al equivalente a 7.518 trabajadores a tiempo completo, lo que genera una rentas del trabajo de 219 millones, puntualizan desde el puerto. Así, el puerto se mantiene como uno de los principales generadores de actividad económica para la ciudad de Barcelona.