El domingo 26 de marzo no fue un día cualquiera para 2.000 taxistas de Barcelona. Esa noche, todos tuvimos que cambiar la hora de los relojes y dispositivos que no lo hacían automáticamente. En principio los taxímetros sí se adaptaban de forma automática, pero aquel día algo falló y lo que en principio era un simple problema de software destapó una instalación de softwares de taxímetros que los Mossos d'Esquadran tildan de fraudulenta.

El entramado, que está siendo investigado por el cuerpo de policía, sitúa su epicentro en el distrito de Sant Martí, donde se encuentran dos de los protagonistas. Por un lado, la empresa Taxitronic, desarrollador de un software para taxis con el que los conductores calculan las tarifas. Por el otro, el taller Taxímetro Barcino, “de mucho prestigio en Barcelona” en el que se instalaba un programa falso basado en el de la empresa especializada, según el secretario general en Barcelona del sindicato STAC, Carlos Fernández. Con él recorremos una historia que ha puesto en alerta a los más de 2.000 taxistas de la ciudad que podrían estar afectados.

DOS EMPRESAS INVESTIGADAS

Según explica Fernández, la instalación del software fraudulento procede de una disputa entre el fabricante y el taller instalador.  “El año pasado, ellos (Taxitronic) retiraron la concesión para manipular sus taxímetros al taller (Taxímetro Barcino) y este creó uno nuevo sin avisar”. Es decir, al perder el software oficial, crearon uno propio basándose en el de Taxitronic. Fuentes del sector aseguran que el osado intento se hizo al pensar que nadie se daría cuenta, pero el fallo en la programación del cambio de hora lo destapó todo.

En Barcelona apenas hay cuatro o cinco  talleres en los que se manipulan, instalan y reparan los taxímetros mientras que hay aproximadamente cuatro fabricantes homologados que actúan en la capital. De ellos, Taxitronic controla el 85% del mercado, según las mismas fuentes del sindicato profesional STAC.

A raíz del fallo, saltaron las alarmas, pero además la empresa propietaria del software detectó que un antiguo trabajador había obtenido la licencia de este programa informático y lo estaba instalando. Por todo, los Mossos iniciaron una investigación todavía abierta.

FRAUDULENTO Y OBSOLETO

En concreto, la Unidad de Investigación de Sant Martí sigue la pista de “dos empresas en relación a la instalación de un software fraudulento en los taxímetros de 2.000 taxistas”. Los Mossos han podido determinar que dos trabajadores instalaban un software que no era de su propiedad y que además estaba obsoleto. Además, los trabajadores implicados en el caso habrían obtenido un importante rendimiento económico con la instalación del software fraudulento. Por este motivo, se les investiga por un delito contra la propiedad industrial.

Los taxistas pagaron 20 euros por la instalación de este programa informático, un importe que tendrán que volver a desembolsar para adquirir el software reglamentario. Si quieren ir más allá de la reinstalación y presentarse como perjudicados en el proceso judicial, tanto esta semana como la siguiente, agentes de los Mossos recogerán denuncias en el Instituto del Taxi.

Al cierre de esta edición, la compañía Traxitonic no se ha pronunciado, alegando que este miércoles emitirá un comunicado. Por su parte, el sindicato STAC asegura que la manipulación de dichos taxímetros no ha alterado el precio final que han pagado los clientes.

DEFENSA DEL TALLER

El abogado de Taxímetro Barcino, Marcos Rodríguez, reconoce las investigaciones por delito contra la propiedad industrial y estafa contra el taxista pero niega que el programa sea fraudulento. Todo ello, como indica, forma parte de una guerra cruzada con Taxitronic, a quien denunció por retirarles la concesión sin ceder el software que habían utilizado siempre. "No se ha copiado nada, se ha desarrollado un software registrado en el Instituto de Metrología",  validado por la Generalitat tras semanas de comprobaciones. El programa se desarrolló junto al ex propietario de Taxitronic, que abandonó la compañía tras presentar concurso de acreedores.

El taller situado en Sant Martí ya denunció a Taxitronic ante la Autoridad Catalana de la Competencia. Según el letrado, en la propuesta de resolución del organismo se recoge que el fabricante está perjudicando a la competencia por no ceder el software a ninguna empresa que no sea proveedor oficial. Asimismo, contempla dos actuaciones fraudulentas graves con posibles sanciones y previsiblemente, la obligación entregar el programa a cualquier taller. Todo ello, a instancias de una resolución definitiva.

Sobre la investigación policial, Rodríguez asegura que han pedido explicaciones a los Mossos por la alarma social creada. "La actuación es sorprendentemente agresiva con mensajes a taxistas diciendo que han sido estafados", subraya el abogado. Esta denuncia pretende acabar con nosotros", puntualiza al final de la conversación telefónica.

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