Las posibilidades de que Barcelona se convierta en la sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) se han esfumado por la situación política que se está viviendo en Catalunya.
Esa es, por lo menos, la afirmación que ha hecho el periódico británico Financial Times, que asegura que son ahora Milán y Bratislava las ciudades que encabezan las preferencias de las autoridades europeas.
Barcelona, que desde el comienzo de la carrera por acoger la sede de este organismo que hasta ahora está ubicado en Londres, pero que la pierde por el Brexit, era la cancidata favorita, ha visto como la situación política generada por la declaración de independencia le ha hecho quedarse sin posibilidades de albergar este organismo. Ni la unión mostrada entre el Gobierno español, el Govern de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona ha servido para convencer a las autoridades europeas de que Barcelona seguía siendo la candidata ideal.
Aunque la votación final no se producirá hasta el próximo 20 de noviembre, las filtraciones han confirmado lo que se esperaba tras los últimos acontecimientos. La gran beneficiada por todo esto ha sido Milán, que recoge los votos de aquellos que en principio eran partidarios de que el organismo europeo se trasladara a Barcelona.
Esta decisión supone una enorme pérdida tanto en términos de imagen como, sobre todo, económicos, ya que la presencia de la agencia supone la creación de unos 900 puestos de trabajo, además de pago del alquiler del edificio en el que se iba a alojar, la Torre Agbar en la Plaza de Les Glòries.
Las autoridades europeas han venido exigiendo en las últimas semanas una solución al conflicto creado por el independentismo en Catalunya, pero lejos de eso, la situación se ha ido enquistando, lo que ha hecho que las posibilidades de que Barcelona acogiera la sede de la EMA se hayan ido esfumando hasta acabar desapareciendo.