La terrazas de Barcelona están en caída libre económica. La aplicación de la actual ordenanza, muy restrictiva según el sector, y los efectos del atentado de la Rambla y la situación política han puesto en jaque a muchos de estos establecimientos. Tres de cada cuatro terrazas han tenido que retirar, como mínimo, un 25% de mesas y sillas como consecuencia de la aplicación del régimen de distancias que dicta la norrma. Otras, unas 350, no han tenido tanta suerte y han tenido que cerrar.
Según el director general del Gremio de Restauración de Barcelona, Roger Pallarols, los sindicatos calculan que ya se han podido perder 4.000 empleos como consecuencia de la aplicación del régimen de distancias que dicta la ordenanza respecto al resto de elementos de la vía pública. A todo ello hay que añadir la bajada en la facturación, entre un 15 y un 30%, los dos últimos meses por el atentado, la situación política y la turismofobia, añade el ejecutivo.
El gremio lleva unos dos años en lucha para conseguir modificar la ordenanza y adecuarla a la realidad. Aunque el texto se redactó en el anterior mandato, cuando Xavier Trias era alcalde, Colau lleva más de dos años gobernando y "por ahora no ha planteado ninguna solución", dice Pallarols.
Para introducir cambios en la ordenanza, como la protección de los establecimientos históricos y la flexibilización de las distancias y de los horarios, el gremio ha impulsado una iniciativa ciudadana para forzar una nueva votación en el pleno municipal. En 49 días, los restauradores han recogido 18.138 firmas --4.116 más de las necesarias-- y esperan que el tema se pueda debatir en la comisión municipal de Ecología de este diciembre y que llegue al pleno de marzo o abril del 2108.
APOYO DE VARIOS GRUPOS MUNICIPALES
Pallarols asegura que PDeCAT, ERC, Ciutadans i PP podrían apoyar la iniciativa. Entre todos estos partidos suman 23 concejales, lo que permitiría aprobar la modificación de la ordenanza. Pero ya se verá si, finalmente, se consigue.
El concejal del PDeCAT, Jordi Martí ha dicho a Metrópoli Abierta que "inicialmente podemos estar de acuerdo con la toma en consideración de esta iniciativa", pero ha precisado que el tema todavía se tiene que debatir y abrirse el período de alegaciones. "No puedo avanzar todavía la posición final de nuestro grupo".
El todavía concejal de Arquitectura, Paisaje Urbano y Patrimonio, Daniel Mòdol (PSC), ha valorado muy positivamente la iniciativa del gremio y ha añadido que se conseguirá sentar a todos los actores a una mesa, "y que todos los grupos hagan un acto de responsabilidad" para lograr una solución a un problema que se ha alargado en el tiempo.
El concejal ha asegurado que el gobierno municipal apoyará la tramitación de la iniciativa ciudadana en la primera comisión de Ecología que se celebre tras la validación de las firmas.
El Gremio de Restauración de Barcelona tiene previsto también presentar la próxima semana un contencioso administrativo contra el reglamento de participación ciudadana, aprobado en octubre, por "desoír el mandato de la Carta Municipal, que tiene rango de ley", avanza Pallarols. La Carta permite a las entidades impulsar iniciativas ciudadanas sin tener que completarlas con firmas.