La asesoría de imagen no es solo estilismo: se centra en la expresión, la forma y la actitud con las que uno se proyecta. Con esta aclaración nos adentramos a Quémepongo, la empresa pionera en imagen personal que impulsaron hace más de 20 años las barcelonesas Montse Guals y Elisabet Olivé. “No nos imaginábamos que esto llegaría tan lejos”, confiesan entusiasmadas en una entrevista con Metrópoli Abierta.
Cuando la palabra estilismo aún sonaba a chino y “personal shopper” era algo propio del mundo anglosajón, Montse y Elisabet dieron un salto sin precedentes en el mundo empresarial: se la jugaron. A día de hoy, las dos emprendedoras siguen “dando guerra”, y juntas han formado un dúo dinámico lleno de energía, optimismo y ganas de asesorar.
“Para darnos a conocer tuneamos por aquel entonces un coche Vitara muy viejo que teníamos. Lo pintamos con interrogantes y la pregunta ¿Qué me pongo?”, detallan riendo. “Lo aparcábamos en lugares concurridos: en la Illa, Ikea... Creó mucha expectación, ¡hasta los medios hablaron del coche!”, prosiguen.
LOS HOMBRES TAMBIÉN ESTÁN INTERESADOS
La empresa se fue convirtiendo en una referencia en Barcelona y se expandió hasta Madrid, Valencia, Málaga y Vilassar de Mar. Quémepongo forma a gente interesada, asesora a empresas y ha colaborado con marcas como Mango, los cereales Special K, los yogures Activia y la aplicación de citas Ourtime, entre otras. Además, las asesoras han publicado dos libros prácticos: uno con consejos y directrices para mujeres y otro para hombres. Sí, para hombres. “Se interesan más de lo que parece”, desvelan.
“Hay muchos ejecutivos que vienen y nos dicen: 'Yo no le doy importancia, siempre voy con traje, corbata y camisa'. Entonces nosotras les decimos: '¿Pero sabes si el cuello de la camisa te favorece? ¿Te alarga el rostro, te perfila más la mandíbula, sabes si el nudo de corbata que llevas es el más adecuado para tu rostro? ¿Y los colores que llevas?'”, cuentan. “¡Después de eso se quedan sorprendidos!”, añaden.
VESTIR ADECUADO SEGÚN EL CONTEXTO
Sin embargo, no se trata de vestir bien o vestir mal, sino de vestir adecuado. “El estilo es la forma de ser, de vivir y de actuar. Cada uno tiene el suyo y luego, dependiendo del contexto, te vistes de una forma u otra. Pero a veces el estilo que llevas de casa no sirve en tu entorno laboral”, revelan. “Ayudamos a las personas a tener las piezas esenciales para que, tengan el día que tengan, te sientan cómodas”, comentan. Para ello se fijan en los colores que más favorecen a cada uno, en el fondo de armario y en la forma de combinar. “La imagen que proyectas sirve más que tu currículum”, subrayan.
Es por eso que, según cuentan, su labor pasa por acompañar a estas personas durante todo el proceso. “Les damos respuesta a todas sus dudas. Ayudamos a potenciar la belleza, en vez de disimular lo que no les gusta”, animan. “Ayudamos a invertir bien, a comprar bien, no en base las tendencias, sino en su día a día y en lo que le favorece. Lo más importante es que les enseñamos a combinar las piezas para que no se vean disfrazados”, especifican.
¿CÓMO SABER QUÉ ROPA NOS SIENTA BIEN?
Montse y Elisabet nos dan algunos consejos para tener en cuenta. Para ello nos ponen un ejemplo: “Los personajes malvados de Disney son altos, sin curvas, con narices puntiagudas. Sin embargo, el bonachón es rollizo, redondeado. Lo tenemos en nuestra forma de caminar, gesticular... ¡Y en nuestro inconsciente!”.
Tal como detallan, una linea vertical indica seriedad, una línea horizontal es seguridad, una línea sinuosa es proximidad y la angulosa es agresividad. “Esto está en la ropa, pero también en las personas”, concluyen. Y, así, ponen fin a la cita: con una reflexión. “El espejo siempre dice la verdad pero no habla. La imagen es objetiva, la belleza, no”.