“En Barcelona necesitamos tranquilidad y seguridad institucional". Así lo ha declarado el presidente de Agbar y vicepresidente ejecutivo de Suez, Ángel Simón, en su intervención durante el foro PwC Talks este jueves. Para ello, considera que la marca Barcelona necesita volver a “aportar valor y no restarlo”.
En este sentido, ha querido recordar el momento de esplendor que vivió la ciudad en la década de los noventa que, según el directivo, fue “extraordinario”. Por eso, la marca necesitaría estar asociada a una serie de cualidades. “Necesitamos ver cómo volvemos a ponerla en el mundo para que sea una firma que aporta valor y no lo resta”, ha detallado.
UN CLARO MENSAJE A LAS EMPRESAS
Con más motivo que nunca, Simón ha reclamado un marco estable que mande un mensaje claro a la “gente de fuera”, que en Barcelona se “ayudará a desarrollar su proyecto, no que se lo va a impedir”. Y ayudará a captar nuevos inversores. “Sabemos que hay potencialidad de futuro”, ha remarcado. Aunque el actual cosistorio, dirigido por Ada Colau, no lo está poniendo fácil con sus reiterados intentos por "remunicipalizar" el servicio.
Así, ha defendido la colaboración público-privada como única vía para la gestión del agua: "No hay debate". Simón considera que la colaboración entre administraciones y entidades privadas es la única vía posible para afrontar con éxito los retos de futuro del sector: la eliminación de la pobreza y el acceso al agua, su saneamiento y el estrés hídrico que van a vivir las grandes urbes.
Y, sobre la "remunicipalización", Simón ha asegurado que es un invento comunicacional y que el servicio del agua es claramente público y de competencia municipal. De este modo, ha aseverado que la gestión pública no es ni más eficiente ni más barata: "El agua que cae del cielo es gratis pero llevarla a las casas no lo es", ha zanjado.
FALTA INVERSIÓN EN LA DEPURACIÓN
Por otro lado, ha explicado que desde que Aigües de Barcelona asumió la depuración del agua del área metropolitana han puesto de manifiesto en más de una ocasión la necesidad de inversión. Una "necesidad imperiosa", ha subrayado. También ha defendido la economía circular y un modelo de gestión de recursos más sostenible siempre que las medidas "no sean demasiado onerosas para la sociedad" y ha valorado el Ministerio para la Transición Ecológica como un primer paso hacia este fin.
El grupo Agbar quería llevar a cabo el modelo de biofactorías que explota en Chile y ha recibido un reconocimiento en el encuentro del COP24 en Katowice (Polonia), pero no ha podido ser, puesto que a nivel metropolitano no se ha concedido la regulación necesaria para realizar las inversiones pertinentes. Este sistema sería beneficioso para la lucha contra el cambio climático, puesto que se llega al autoabastecimiento energético y a los residuos cero con la recuperación de todos los elementos del tratamiento del agua.