Grifols quiere marcar terreno en China. La multinacional catalana tiene el objetivo de adquirir centros de donación de plasma también en el continente asiático. Por el momento la compañía se nutre de plasma obtenido en EEUU pero estima que a partir de 2024 lo pueda hacer también en Pekín.
Los centros de plasma son un pilar fundamental para Grífols, ya que es la materia prima usada para producir los medicamentos plasmáticos que comercializa la empresa. La multinacional catalana tiene previsto pasar de los 256 centros de plasma que tiene actualmente -220 de ellos en Estados Unidos y los 36 restantes en Alemania- a 316 en 2022 y a un total de 370 en cinco años.
NUEVOS ACCIONISTAS
Desde la compañía apuntan que no todos estos centros estarán en China pero aseguran que es “muy probable” que para entonces la multinacional ya tenga locales de donación de plasma en el mercado asiático, entre otros países. Además, Grífols tiene previsto obtener a finales de año autorización tanto de EEUU como de China para convertirse en el segundo accionista de Shanghai Raas, con un 26,2%, a cambio de ceder a esa compañía el 45% de los derechos económicos y el 40% de los políticos de una filial al 100% de Grífols.
CRECIMIENTO INTERNACIONAL
Con esta operación la multinacional busca impulsar la producción, comercialización y desarrollo de los productos plasmáticos en China, así como innovadoras soluciones de diagnóstico transfusional en el país, según EFE.
La empresa considera que el mercado asiático es un buen lugar para afianzarse porque actualmente hay 1.400 millones de chinos y solo se fracciona plasma por unos 8 millones de litros al año, frente a los 40 o 50 millones de litros de Estados Unidos para atender a un mercado de 400 millones de personas.