Too Good to Go aterrizó hace medio año en España con el objetivo de vender el excedente diario de comida que se genera en los establecimientos de alimentación. La plataforma online pretende aprovechar productos que acabarían en la basura, ayudar a preservar el medio ambiente y reducir las emisiones de CO2.
El principal público objetivo de Too Good To Go son chicas de entre 25 y 35 años, preocupadas por el medio ambiente y que les guste la gastronomía. En Barcelona ya están plenamente asentados, donde múltiples comercios y ciudadanos utilizan de forma asidua la app.
¿CÓMO FUNCIONA?
La aplicación móvil conecta comercios como Starbucks, Costa Coffee, Carrefour o Caprabo de cada ciudad con usuarios que están dispuestos a pagar un precio más bajo por sus productos. En este sentido, los establecimientos detallan la oferta o magic box de cada día y en ningún momento especifican los productos que van a ofrecer. Además, señalan la dirección y el horario que el cliente, que ya habrá pagado el artículo previamente a través de la app, lo podrá pasar a recoger.
DOS PLATOS POR CINCO EUROS
Restaurantes como Tagliatella, fruterías como Casa Ametller o comercios japoneses preparan sus excedentes al acabar la jornada laboral para no tenerlos que desperdiciar. Una pizza en la cadena italiana cuesta alrededor de 15 euros y un plato de pasta, unos doce. Con Too Good To Go el usuario puede adquirir uno de los platos a mitad de su coste inicial y, en algunas ocasiones, “tirado de precio”, como afirman algunos usuarios de la plataforma.
Hay otros locales que ponen el coste mínimo del producto y el cliente puede llegar a pagar sólo dos euros por un plato. De esta manera, un usuario de la aplicación tiene a su disposición un menú completo por cinco euros con la condición de no saber qué vas a comer hasta que no va a buscar el magic box.
LA IDEA DE LA ‘APP’
La idea nació en Dinamarca en 2016 de la mano de cuatro emprendedores de diferentes países de la Unión Europea que decidieron, después de observar la cantidad de comida que se desperdiciaba en un buffet libre, crear la plataforma e impulsar la idea en distintos puntos de Europa.
Oriol Reüll, responsable de la aplicación en el mercado español, apunta que anualmente se desperdician 7,7 millones de toneladas de comida al año, lo que equivale a 190 buques de Titanics amontonados uno encima del otro llenos de alimentos en España. Reüll señala que la plataforma no quiere focalizarse solo en establecimientos ni ciudades grandes, sino que quiere dar la oportunidad a comercios y localidades más pequeñas como Mataró o Hospitalet de Llobregat para que también puedan participar en el “movimiento” y así ampliar mercado.