Criteria, el holding de inversiones de La Caixa, mueve ficha para deshacerse de Saba, su filial de aparcamientos, de la que controla un 99%. Según Expansión, existen varios interesados en la compra de la compañía dirigida por Josep Martínez Vila.

Uno de los candidatos mejor posicionados es el fondo de inversión Macquarie, aunque también ha habido manifestaciones de interés por parte de Mirova, de la australiana First State --dueños en España de Parkia-- e incluso ha analizado la operación ProA Capital, accionista de Saba hasta julio de 2018.

UN NEGOCIO INSOSTENIBLE

Cabe recordar que Criteria pagó por el 49% de Saba que no controlaba 438 millones. En el momento de compra, 2018, la filial de aparcamientos se valoró en unos 800 millones de euros. Ahora, un año más tarde, el holding de La Caixa quiere desprenderse de Saba y ha abierto este mes de septiembre el período de ofertas no vinculantes, que presumiblemente dará pie a otra fase de ofertas vinculantes. 

Según fuentes del sector, la operación viene motivada después de que Criteria valorara que a largo plazo no es sostenible retener el 99% de la filial de aparcamientos. Lo que no ha desvelado la compañía es el porcentaje que está dispuesta a vender.

No obstante, las mismas fuentes señalan que su prioridad es desprenderse de la mayoría del capital de Saba y quedarse como accionista minoritario, aunque no se descarta que venda el 100%. Lo que sí parece claro es que quieren cerrar la operación antes de acabar el año. 

VALORACIÓN A LA BAJA

Sobre la valoración de la empresa, las estimaciones más optimistas la sitúan en los 1.000 millones de euros, aunque otros expertos hablan de unos 800 millones de euros o incluso menos

Y es que existen diversos factores que pueden afectar a la baja al precio de venta de Saba. Por ejemplo, las medidas de restricción al tráfico en las grandes ciudades españolas, como Madrid y Barcelona, que conllevan inevitablemente a un menor uso del vehículo privado. La entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Barcelona el próximo 1 de enero puede afectar directamente al negocio de Saba en la capital catalana. 

Noticias relacionadas