La dirección de la sociedad Edicions de Premsa Periódica, propietaria del diario Ara, ha modificado otra vez su plan de negocio ante los malos resultados que viene cosechando.
Las previsiones iniciales se cifraban en lograr las primeras ganancias en 2019, pero este objetivo no se podrá cumplir. El año pasado persistieron los números rojos que se vienen contabilizando desde su lanzamiento en 2010.
El resultado de explotación registró un leve mejoría, al flexionar de 2,1 a 2 millones negativos. El epígrafe del resultado antes de impuestos siguió la misma línea y pasó de 2,6 a 2,5 millones, también negativos.
Con este postrer aporte de tinta roja al balance, los recursos propios se hunden en cifras deficitarias hasta los 7,2 millones.
SOCIOS Y FINANCIADORES
Las estrecheces de tesorería obligaron a los socios de la casa a rascarse el bolsillo. Prestaron a la empresa 1,3 millones, por lo que ya llevan aportados por esta vía más de 10 millones. El principal es Fundació Carulla, vinculada al gigante alimentario Agrolimen-Gallina Blanca, que ya ha contribuido con 4,2 millones.
Dichos fondos tienen la consideración de préstamos participativos. Por ello, se contabilizan como patrimonio. En consecuencia, Ara evita la causa de disolución, que le obligaría a acometer una ampliación o reducción de capital.
VENTAS AL ALZA
Los gestores prevén que el periódico dispondrá de los caudales necesarios a corto y medio plazo para atender sus obligaciones. Además, la empresa ha negociado una nueva financiación que permite aliviar el fondo de maniobra negativo, disparado hasta 1,7 millones.
Ara, con sede en la calle Diputació, tiene una doble edición impresa y digital. La cifra de negocio se mantuvo el año pasado en torno de los 12,3 millones. A estos ingresos se suman subvenciones por importe de 674.000 euros, el doble que el año anterior.
Quizás el dato más alentador sea que en 2018 Ara logró aumentar sus ventas en quiosco, que pasaron de 2,1 a 2,4 millones. Ara navega así a contracorriente, pues el resto de la prensa volvió a sufrir un ejercicio nefasto en lo que respecta a las ventas.
NUEVE AÑOS DE VIDA
Además, Ara captó 5,1 millones por suscripciones, 4,3 millones por publicidad y casi medio millón por promociones. La plantilla se mantuvo en 133 personas.
Ara salió a los quioscos por primera vez el 28 de noviembre de 2010, coincidiendo con las elecciones al parlamento catalán. Más tarde lanzó una edición para Baleares, con el apoyo de socios locales. Tampoco ésta ha logrado entrar en la senda de los beneficios. El año pasado se anotó una pérdida de 345.000 euros. Ara ha provisionado por completo su participación en dicho medio.
Desde su lanzamiento, Ara no ha sido capaz de cerrar un solo año con números negros. En los nueve ejercicios que lleva funcionando, las pérdidas acumuladas se aproximan a los 17 millones.
Año | Ventas | Pérdidas |
2018 | 12,38 | -2,5 |
2017 | 12,3 | -2,6 |
2016 | 12,8 | -0,65 |
2015 | 12,5 | -1,18 |
2014 | 11,5 | -1,17 |
FUNDADORES
Entre los accionistas fundacionales figuran los Rodés de Mediaplanning, la familia Carulla de Agrolimen, la empresa Cultura 03 de Oriol Soler y las productoras Minoria Absoluta y Royal Box, de Toni Soler y Antoni Bassas.
El consejo de administración de Edicions de Premsa Periòdica está formado por Ferran Rodés, presidente; Salvador García Ruiz, consejero delegado; son vocales Minoria Absoluta, representada por Francesc Escribano; Acta Diürna, de la familia Rodés, en cuyo nombre actúa Sergi Guillot; más Víctor Font y Fundació Carulla, esta última representada por Mireia Tomás Carulla.