¿Puede una cadena de centros deportivos de tamaño más bien modesto amontonar pérdidas de más de 121 millones de euros? Aunque parezca increíble, la respuesta es rotundamente afirmativa. Tal cadena se llama Holmes Place España, perteneciente al ciudadano británico Marc Fisher. Su cuartel general para España se ubica en la capital catalana.
TRES CENTROS EN BARCELONA
Los abultadísimos números rojos resaltan en particular porque dicha red de clubes de fitness y musculación no es de un tamaño considerable. La forman únicamente 13 instalaciones. Tres de ellas se encuentran en Barcelona: son los gimnasios de Balmes/Diputació, plaza Urquinaona y Can Dragó. Otros siete están situados en Madrid. Los tres restantes radican en Valencia, Zaragoza y Granada.
En el periodo 2007-2016, Holmes Place encajó unas escalofriantes pérdidas de 121 millones. En 2017 afloraron los primeros beneficios, pero no correspondieron a la explotación ordinaria. Se trató de meros apuntes contables relativos a la reversión de deterioros. En 2018 retornaron los números rojos, si bien limitados esta vez a 1,6 millones.
AYUDA HOLANDESA
Al día de hoy, puede decirse que la situación financiera de Holmes Place está saneada. Se ha neutralizado la voluminosa deuda que acumuló años pasados y que fue el desencadenante del aluvión de déficits.
Para ello, el dueño del grupo, la sociedad holandesa Iberia Health Clubs Holdings, adquirió la deuda sindicada de su filial catalana, cifrada en 71 millones.
DOBLE OPERACIÓN DE LIMPIEZA
Tales pasivos derivaban, a su vez, de sendos reajustes financieros que hubo de pactar con la banca prestamista en 2012 y 2015, con objeto de evitar el naufragio total. Su socio de los Países Bajos, una vez que se hizo con las deudas y pasó a ser acreedor de Holmes Place, procedió a capitalizarlas en los balances de ésta.
Por medio de semejante trasiego financiero, Holmes Place España mata dos pájaros de un tiro. Por una parte, reduce sus compromisos bancarios de forma notable. Y por otra, acrecienta sus fondos propios o patrimonio neto.
Este último, que era negativo, pasa a situarse en 25 millones gracias a los recursos frescos capitalizados.
VENTA DE PORTUGAL
Tales actuaciones se han coronado con un préstamo concedido por el banco alemán Bremen Kreditbank, por importe de 25 millones, que se utiliza para lubricar la expansión. Al margen de la reestructuración financiera, la decisión más drástica adoptada por la empresa consistió en la venta, en 2015, de los 19 gimnasios que explotaba en Portugal.
El consejo Holmes Place está presidido por el antes citado Marc Fisher, actual propietario de la compañía. En 2012, el fondo madrileño Dinamia vendió el 21% que poseía por un precio simbólico, dada la situación de recursos propios negativos que presentaba la compañía. Desde entonces, Fisher controla el 100% por medio de su sociedad holandesa. Ésta ha manifestado que si surgieran tensiones de tesorería, se compromete a la devolución “anticipada y parcial” de los créditos que tiene contraídos Holmes Place España.
Los trece centros deportivos de la red suman una plantilla de 513 trabajadores y registran ingresos anuales cercanos a los 50 millones. La sede central del grupo está fijada en la barcelonesa Rambla de Catalunya.