Casa Seat, el espacio que la firma automovilística ha impulsado en la confluencia de paseo de Gràcia y la avenida Diagonal de Barcelona, abrirá sus puertas el 23 de abril, coincidiendo con la Diada de Sant Jordi en "homenaje a la ciudad que vio nacer Seat hace casi 70 años".

El objetivo de este espacio es contribuir a crear la movilidad del futuro, fomentando la difusión de ideas, el debate y el encuentro en torno a la sostenibilidad, el diseño, la tecnología y la empresa, entre otras temáticas, ha informado Seat en un comunicado.

Casa Seat también incluirá conciertos, encuentros con creadores, exposiciones artísticas y todo tipo de expresiones culturales, y los visitantes también podrán acceder a una zona de restauración, así como a un espacio de trabajo abierto a encuentros y proyectos innovadores.

RENDIR TRIBUTO A LOS BARCELONESES

El vicepresidente comercial de Seat y consejero delegado de Cupra, Wayne Griffiths, ha puesto en valor que Casa Seat es un tributo a Barcelona: "Por eso hemos decidido inaugurar el espacio al público el 23 de abril. Es uno de los días más especiales del año para la ciudad y para la cultura, y queremos formar parte de esta jornada".

El expresidente de Seat, Luca de Meo, explicó que Barcelona es el hogar de Seat desde su nacimiento, por lo que mediante Casa Seat se busca "rendir tributo" a la capital catalana.

En esta línea, el antiguo CEO de la compañía –que ahora lidera la dirección de Renault– ha asegurado que la nueva instalación "será la casa de todos los barceloneses y de los incondicionales de la marca para descubrir la movilidad del futuro, y un punto de encuentro en la agenda cultural de la ciudad".

ARQUITECTURA Y DISEÑO

Para este proyecto, Seat ha contado con la colaboración del arquitecto Carlos Ferrater (estudio OAB), al frente de la remodelación del edificio, y el interiorista Lázaro Rosa-Violán, uno de los profesionales con más proyección internacional y quien lidera el diseño de este espacio.

Tal como avanzó Metrópoli Abierta, Casa Seat tiene una superficie de 2.600 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas, y presenta una fachada continua con vidrios curvos serigrafiados en bronce, que se convertirán en un icono visual de Barcelona.

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