El grupo que comanda el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, es uno de los grandes contratistas de Barcelona. De hecho, se le puede tildar de rey de los contratos debido al volumen y al monto de las adjudicaciones municipales. Desde el año 2016 al 2019, ambos inclusive, se adjudicó más de 209,5 millones de euros en trabajos realizados para el Ayuntamiento de Barcelona para sus empresas municipales, para sus institutos, consorcios o entidades que conforman la estructura de la Administración local barcelonesa. El grupo que se guarece bajo el paraguas de la constructora ACS tiene en total varios cientos de compañías diseminadas por todo el mundo que copan una gran parte de los campos de actividad empresarial. Esas compañías están muy sectorializadas y funcionan territorialmente.
En Barcelona, las sociedades más activas son Clece, Clece Seguridad, Dragados, Cobra Seguridad, Cobra Instalaciones y Servicios, Accent Social y Multiserveis Ndavant, aunque en Cataluña también operan las empresas ACS, Acainsa, CAT Desenvolupament de Concessions Catalanes, Estacionament Centre Direccional, Parking Nou Hospital del Camp y Parking Palau de Fires.
La empresa estrella en estos momentos es Accent Social. No sólo es la más reciente, sino que también es la que más se ha embolsado, puesto que en sólo tres ejercicios obtuvo 63,4 millones de euros en contratos públicos, todos ellos para gestionar residencias o para prestar servicios de atención domiciliaria a dependientes. Esta empresa se creó en junio de 2016 con la vista puesta en los servicios sociales. Tras la gran crisis en la que el sector de la construcción se hundió, el grupo ACS diversificó sus negocios y comenzó a mirar hacia otros sectores de servicios en los que había tenido menos actividad. Esos duros años le sirvieron para reconducir el grupo y, mientras mantenía en el exterior una gran actividad constructora, en España comenzó a virar hacia los servicios sociosanitarios.
EL PRIMER AÑO, 13,3 MILLONES
De ese modo, Accent Social puso en su diana exclusivamente esa labor: la gestión de servicios sociales. En 2016, no obtuvo ninguna adjudicación, pero al año siguiente logró tres contratos con el Ayuntamiento de Barcelona que sumaban 9,2 millones de euros y otros tres contratos del Institut Municipal de Serveis Socials por un monto de más de 4,1 millones. Cuando no había cumplido un año de vida, ya tenía, pues, en cartera, adjudicaciones por 13,3 millones de euros.
En 2018, el volumen de las adjudicaciones subió: obtuvo un macrocontrato de 22,3 millones de euros más otros pequeños contratos que sumaron en total 24,6 millones, todos ellos del Institut de Serveis Socials. Y en 2019, el monto del contrato ascendió a casi 25,9 millones. En otras palabras: en sólo tres ejercicios, Accent Social, la empresa estrella de Florentino Pérez del sector de los servicios sociales se hizo con adjudicaciones por 63,4 millones de euros.
El importe neto de la cifra de negocio de esta empresa es de 42 millones millones de euros. En 2017, el primer año que estuvo plenamente operativa, ya obtuvo unos beneficios de algo más de 2 millones de euros.
ADMINISTRADA POR OTRA GRAN CONTRATISTA
Accent Social está administrada por otra empresa del mismo grupo empresarial: Multiserveis Ndavant, creada en 1994. Esta compañía se hizo con 42,6 millones de euros en contratos del Ayuntamiento de Barcelona desde el año 2016. En ese ejercicio, logró seis contratos del Ayuntamiento que le supusieron más de 6,9 millones de euros, a los que habría que sumar siete contratos más con el Institut de Cultura de Barcelona (Icub), que le reportaron más de 1,8 millones (la mayoría eran por los servicios de limpieza de los equipamientos adscritos al Icub) y varias adjudicaciones del Patronat Municipal d’Habitatge, de la empresa pública BSM, del Consorci Mercat de les Flros y del Consorci del Museu de Ciències Naturals.
En 2017, Multiserveis Ndavant obtuvo 11 contratos con el Ayuntamiento por un monto total de 12,2 millones de euros, a los que hay que sumar otro contrato con el Consorci del Museu de Ciéncies Naturals de 235.110 euros; otro de 187.614 euros con el Institut Municipal d’Hisenda y 21 contratos más con organismos municipales hasta totalizar en todo el ejercicio más de 12,8 millones de euros.
El ejercicio de 2018 no fue tan fructífero: tuvo 25 contratos municipales que le reportaron casi 2,4 millones de euros, pero la mayor tajada se la llevó de la empresa municipal BSM: 1.734.738 euros. Y en 2019 remontó de nuevo el vuelo con 9 contratos que le supusieron ingresos por más de 16,9 millones de euros.
La compañía tuvo unos ingresos de explotación en 2018 de 66,8 millones de euros y logró unos beneficios ese año de más de 2,6 millones de euros. Aunque los beneficios fueron menores que en 2017 (entonces declaró ganar más de 3,2 millones), superó en varias decenas de miles de euros los beneficios de 2016, aunque los gastos de personal se dispararon de 26,5 millones en 2016 a 58,2 millones en 2018, lo que da una idea también del crecimiento exponencial de la empresa.
CLECE, LA ADMINISTRADORA MADRE
La compañía Multiserveis Ndavant, igual que ocurre con Accent social, está también administrada por otra compañía del grupo: se trata de Clece, una empresa de limpieza que tras la crisis comenzó a virar su actividad hacia los servicios sociales. En 2012, oteando la cuesta empinada de la crisis, Clece cambió su objeto social y añadió entre sus actividades, además de las de limpieza, la de “la gestión y ejecución de centros especializados de empleo u otras entidades que pudieran crearse en un futuro como forma idónea de promoción laboral de trabajadores discapacitados”. De esa manera, se metió de lleno en los servicios sociales buscando una salida empresarial a la previsible debacle constructora. A partir de 2016, gran parte de su actividad pasó a ser absorbida por Accent Social, pero ello no supone que haya quedado inactiva. De hecho, Clece ha facturado al Ayuntamiento de Barcelona más de 34,1 millones de euros desde el año 2016.
Ese ejercicio, logró 8 contratos del Institut Municipal de Serveis Socials por casi 15,4 millones de euros. A ellos, había que añadir 85 pequeños contratos más que totalizaban unos cuantos cientos de miles de euros. En total, en 2016 facturó al Ayuntamiento barcelonés 15.855.464 euros. Su actividad era tan dispersa que no sólo facturó a las gerencias del propio consistorio, sino también a organismos tan diversos como Mercabarna, Cementiris de Barcelona, Icub, Mercat de les Flors, Consorci de Biblioteques o el Institut Municipal d’Educació, por poner algunos ejemplos.
En 2017, todavía conservó una parte de su frenética actividad: logró 5 contratos con el Institut de Serveis Socials por casi 16,3 millones de euros, 8 contratos con las gerencias del Ayuntamiento por 851.000 euros y cinco contratos más, hasta totalizar 17,2 millones en adjudicaciones durante el ejercicio. Al año siguiente, en cambio, la facturación descendió en picado. De la misma manera que su sustituta, Accent Social subía, Clece, bajaba hasta solo 96.627 euros de facturación en 14 contratos. Y otra empresa del grupo, Clece Seguridad, se hacía con un contrato de más de 1,4 millones de euros de Cementiris de Barcelona.
Clece tiene una cifra de negocio neto de más de 1.000 millones de euros y en 2018, último ejercicio del que existen datos, declaró unos beneficios de 37,6 millones de euros, una cantidad sensiblemente superior a los 33,9 millones declarados el año anterior.
DRAGADOS TAMBIÉN SE LLEVA SU PARTE
En el cómputo de las empresas ligadas a Florentino Pérez no hay que olvidar una constructora con gran actividad en Cataluña: Dragados. En 2016, esta empresa se hizo con un contrato de 857.000 euros de Mercabarna y otro pequeño contrato de 50.000 euros de la empresa municipal Bimsa, que controla la obra pública del Ayuntamiento. Al año siguiente, Mercabarna le otorgó otro contrato de casi 3,8 millones de euros. Pero su eclosión llegó en 2018, cuando además de una obra de Bimsa de más de 8,5 millones y otra adjudicación de Mercabarna de 766.512 euros, ganó una de las adjudicaciones del nuevo túnel de Glòries en asociación con Acsa: fueron más de 9,3 millones de euros, lo que disparó su facturación con el Ayuntamiento ese año hasta más de 15,6 millones de euros.
En el grupo no hay que desdeñar tampoco la actividad del grupo Cobra, que pertenece al mismo pool empresarial. Con ese nombre, funcionan dos compañías en Barcelona: Cobra Sistemas de Seguridad y Cobra Instalaciones y Servicios. En 2016, cobra Sistemas de Seguridad facturó más de 566.000 euros al Ayuntamiento, a Bimsa, a BSM y al Parque de Atracciones Tibidabo; en 2017, sólo tuvo 4 contratos con el Ayuntamiento por algo más de 59.000 euros; en 2018, uno solo por 16.460 euros (se trata del mantenimiento del sistema de control de las galerías y servicios del 22@).
Cobra Instalaciones y Servicios se ha mostrado más activa. En 2016, logró un contrato con Bimsa por algo más de un millón de euros, en asociación con Synergia Sicons, pero al margen obtuvo 8 contratos con el Ayuntamiento, dos con el Parque de Atracciones Tibidabo y uno con BSM que le supusieron una facturación de más de 642.000 euros. En 2017, su facturación se disparó: llegó a 1,3 millones de euros en adjudicaciones. La más importante fue de Bimsa. En 2018, la cifra de negocio con el Ayuntamiento barcelonés ya fue de casi 3,7 millones de euros, entre los que había 12 contratos de BSM por más de 1,3 millones y dos de Bimsa por más de 2,2 millones.