Las grandes cadenas de moda ya han empezado a poner en marcha sus planes y políticas de seguridad para prevenir el contagio en tiendas y así poder reabrir. Las compañías bajaron la persiana de los establecimientos con el decreto de estado de alarma y a día de hoy todavía no las han vuelto a subir en Barcelona.
Las empresas textil temen perder hasta un 40% de la facturación este año por la crisis del coronavirus pero no han tirado la toalla y han decidido implementar diferentes reglas para abrir sus puertas lo antes posible. Varias firmas han optado por desinfectar las piezas, otras por realizar controles de temperatura al entrar y la gran mayoría han decidido que los clientes deberán probarse las prendas en sus viviendas y no en los probadores, como sería lo habitual.
En una primera fase se aplicarán algunos cambios básicos como la reducción de horarios en los comercios, la limitación de aforo y la desinfección exhaustiva de los locales. A todos ellos hay que añadirle los protocolos de seguridad de cada empresa y las directrices que señalan desde el gobierno.
GUANTES Y MASCARILLA
El uso de guantes y mascarillas será obligatorio tanto para los empleados de tienda como los de almacén en firmas como Inditex y Mango. Ambas multinacionales han decidido que los trabajadores deberán llevar el cubrebocas para prevenir el contagio del virus. Tanto los geles como las mascarillas serán de un solo uso durante la jornada laboral.
Todas las tiendas de moda, además, dispondrán de gel desinfectante en las zonas de cajas, almacenes y también en la entrada para que los clientes lo puedan usar. En el caso de Mango se distribuirán guantes en la puerta de entrada.
PROBADORES
Uno de los handicap del sector son los probadores: espacios pequeños, donde se concentra mucha gente y muchas veces sin ventilación exterior. Las compañías han puesto punto y final a lo de entrar con otra persona y dejar las prendas amontonadas en una mesa al terminar de probarlas. La sueca H&M ha cortado por lo sano y ha decidido cerrarlos y la irlandesa Primark se está planteando hacer lo mismo.
La empresa de Isak Andik ha decidido abrirlos pero intercalando uno disponible con el otro cerrado. Además, la ropa que se hayan probado los clientes se pondrá en cuarentena durante 48 horas. Es una medida de seguridad que también adoptarán las marcas del grupo Tendam como Cortefiel o Women’s Secret. A su vez, la compañía barcelonesa también desinfectará los artículos con un tratamiento de vapor caliente y presión.
CONTROLES DE TEMPERATURA Y MARCAS EN EL SUELO
Para evitar la acumulación de clientela a la hora de pagar, las firmas han apostado por mantener una línea recta marcando la distancia mínima indicada con señalizaciones en el suelo.
Los empleados del grupo gallego, además, se someterán a controles de temperatura a diario antes de empezar la jornada laboral y no podrán acudir a trabajar los que superen los 37,5 grados. Desde la firma presidida por Pablo Isla han planteado que las personas que sean grupo de riesgo no se incorporen en las primeras aperturas.
CITA PREVIA
El dueño de cadenas como Zara, Stradivarius, Uterqüe u Oysho abrirá los comercios de menos de 400 metros cuadrados de superficie –tal y como marca el decreto de la fase cero de la desescalada– para “dar un servicio testimonial a los clientes” en este momento en el que poco a poco se va reanudando la actividad comercial.
La apertura será con cita previa –en los establecimientos figura el número de teléfono al que podrán llamar los clientes– y siempre conforme al protocolo de medidas de seguridad.
La empresa no ha desarrollado ninguna plataforma digital para pedir cita, que se hará directamente en el teléfono de cada comercio. Al tratarse de tiendas de centros urbanos, Inditex confía en que el servicio se difunda de forma orgánica entre los clientes.
DESCUENTOS DE HASTA EL 50%
Tras más de cinco semanas cerradas en el canal offline, las firmas han apostado por preparar las aperturas con macrodescuentos. De momento el modelo no se ha concretado, pero es previsible que sea una semana entera. También se podría concentrar en dos días para crear una necesidad aún mayor.
La principal razón por la que las empresas de la moda preparan el desembarco de artículos a precios por debajo de lo habitual no es otra que el stock. “A pesar de que están vendiendo vía online, los ingresos son ínfimos comparados con los que tienen en tienda física”.
Por otro lado, las grandes marcas ya ofrecen actualmente rebajas de hasta el 50% si los usuarios compran en internet. Las mismas firmas ya han acortado plazos en las entregas, y en algunas empresas han suprimido los gastos de envío.
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