Los comercios de Barcelona, en la cuerda floja. Restricciones, caída del turismo y pérdidas son algunos de los problemas y dificultades con los que se encuentran los establecimientos de la Ciudad Condal. Los ejes comerciales más afectados por la pandemia han sido los más céntricos, con reducciones de visitantes este verano incluso en más del 50%.

Las limitaciones de los clientes a la hora de comprar, las pocas ayudas a los comercios y las hipotecas de los locales llenan de incertidumbre a los propietarios de los locales en Barcelona. Según un informe de Barcelona Oberta, que aglutina las 20 principales zonas turísticas de la ciudad, el 48% de los comercios de la ciudad se plantean cerrar antes de fin de año.

CERRARÁN LA MITAD DE LOS COMERCIOS DEL CENTRO

De acuerdo con el estudio, el 95% de los preguntados ha cerrado el tercer trimestre del año con datos negativos y el 64% ha experimentado un descenso de las ventas superior al 50% en comparación con el mismo período del año pasado. Ante esta situación, el 50% de los comercios que han participado en la encuesta prevén cerrar el negocio antes de fin de año.

La encuesta revela también que el 87,5% de los empresarios ha tenido que solicitar un préstamo, ayudas económicas o subvenciones, y que un 35% se ha acogido a un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE), mientras que uno de cada cuatro (el 26%) ha pedido la ayuda por cese de actividad.

Un comercio de la cadena de moda H&M con la persiana bajada / ÁLEX ZEA



"LA GENTE HA REDESCUBIERTO LAS TIENDAS DE BARRIO"

A mediados de mayo, la asociación ya indicó que el 35% de los comercios y restaurantes no reabriría sus puertas y que el 79,2% de los empresarios se vio obligado a aplicar un ERTE por causa de fuerza mayor.

Nuria Paricio, directora de Barcelona Oberta, asegura a Metrópoli Abierta que ve “la ciudad muy diferente. En los barrios la situación es mucho mejor, el tejido vecinal está muy consolidado, la gente ha redescubierto las tiendas de barrio y antes quizás no sabían ni que existía. Por contra, en el corazón de Barcelona no hay tráfico, los barceloneses han decidido no bajar al centro, ahora los ciudadanos se quedan en sus poblaciones o en sus distritos y los que han intentado ir de compras, lo han hecho en las grandes superficies”, afirma la directora de la asociación.

En cuanto a las medidas implantadas por el gobierno catalán, Paricio defiende el toque de queda “siempre y cuando sea factible y podamos mantener los restaurantes y comercios abiertos”. La directiva añade que “la restauración y los comercios barceloneses han hecho los deberes” y recuerda que durante el confinamiento los establecimientos "bajaron la persiana, siguieron todas las directrices y se prepararon para reabrir con mamparas, altos sistemas de seguridad e intensa limpieza".

Desde Barcelona Oberta están “muy contentos” con la reducción al 50% del alquiler de los locales cerrados por el coronavirus ya que hasta ahora no veían “lógico” que se cerraran los establecimientos.

“VA A HABER UNA DEVASTACIÓN”

El doctor en economía por la Universidad de Barcelona (UB), Gonzalo Bernardos, afirmó la semana pasada que “el mercado comercial está destrozado, como si le hubiera caído un tsunami”. Durante la presentación del Informe Inmobiliario Actualidad y perspectivas 2020 publicado por la universidad y la consultora Forcadell, Bernardos indicó que, aunque “en ubicaciones prime las multinacionales van a continuar ocupando locales, seguramente con un descuento grande”, en las calles que se encuentran en segundo plano “va a haber una devastación”.

Noticias relacionadas