La compañía barcelonesa de fragancias y moda Puig cerró en 2020 el peor año de su historia, después de registrar unas pérdidas que alcanzaron los 70 millones de euros durante el pasado año.
Los ingresos de la multinacional alcanzaron los 1.537 millones de euros, lo que supone un 24% menos que en 2019, cuando superaron los 2.000 millones. Así, el beneficio neto de la compañía cayó en 70 millones de euros, según ha explicado el presidente del grupo, Marc Puig.
PEOR AÑO DE LA HISTORIA
Puig ha reconocido que el pasado año fue el "peor" de la historia de la empresa, pero ha defendido que el beneficio operativo llegó a los 93 millones, "lo que demuestra que la compañía sigue haciendo caja".
En 2019, la compañía consiguió un beneficio previo a impuestos de 304 millones, cuyo valor neto quedó en 226 millones.
LA PANDEMIA, RESPONSABLE
El distanciamiento social impuesto por la pandemia ha perjudicado en especial a esta compañía, cuya principal actividad es la venta de productos de perfumería, cosmética, ropa y vestidos de fiesta.
La caída de las ventas provocó también que se frenaran lanzamientos previstos y la producción, que a su vez ocasionó que se llevara a cabo un ajuste de personal.
IMPULSO DEL NEGOCIO
Según Puig, el impulso del negocio se asentará en dos pilares: el crecimiento en Asia, donde Puig pretende pasar del 7% de las ventas en 2019 a un 16% en 2023 y a un 25% en 2025; y la apuesta por el canal online, que pasará a suponer el 30% en 2025 frente al 13% de 2019.
Además, ha destacado que los planes de la compañía pasan por acometer los proyectos de futuro con apalancamiento propio, sin tener que recurrir al mercado de capitales, y ha descartado que vayan a realizar nuevas adquisiciones a corto plazo.