Tras la decisión del Gobierno de retirar la inversión para la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat, los agentes económicos y sociales barceloneses y catalanes han reafirmado en las últimas horas su voluntad de que la operación se lleve adelante. De la patronal a los sindicatos, que lo han considerado un fracaso.

Este jueves, Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, ha expresado, desde la sede de la entidad, su "indignación y perplejidad", ha cargado contra Gobierno y Generalitat por su "irresponsabilidad" y "falta de cohesión interna" y los ha acusado de acercar "la ruina económica" a Cataluña. Unas críticas que han llegado también de Pimec. Su presidente, Antoni Cañete, ha denunciado que la situación es "esperpéntica" y ha exigido a los ejecutivos español y catalán que "huyan de maximalismos" y lleguen a un acuerdo.

Por su parte, UGT ha dicho que la ruptura del acuerdo entre ambos gobiernos es "un desastre" y ha pedido "no perder la oportunidad de que Barcelona sea el hub del Mediterráneo". Valoración negativa también de CCOO, que ha deplorado que en el proyecto no participasen "todos los agentes implicados" y ha lamentado que la "pelea partidista haya acabado como ha acabado".

LA PROMESA DE 1.700 MILLONES Y 83.000 EMPLEOS

Antes de anunciar el pacto con la Generalitat, el Gobierno cuantificó en 1.700 millones de euros la inversión que iba a realizar en El Prat. Un dinero que ahora no se va a desembolsar. Pero hay más. Según un estudio de Aena y la Universitat de Barcelona (UB), la ampliación iba a generar 83.000 empleos directos y 364.000 indirectos. Además, el mismo documento pronosticaba que la facturación directa se doblase, pasando de 9.250 millones a 18.467 millones, prácticamente un 100% más, mientras que estimaba que la indirecta subiese de 33.689 millones de 56.660 millones, un 68% más. Su contribución al PIB catalán también se hubiese elevado, aseguraba este trabajo, del actual 6,8% al 8,9%.

Cifras que quedan en el aire. Como también ocurre con los cambios en el modelo de turismo, hoteles, restauración o comercio que algunos de estos sectores esperaban para Barcelona con la ampliación del Prat. Un cambio de modelo, en el caso del turismo, que 200 entidades catalanas reivindicaron en el acto celebrado el pasado 2 de junio en ESADE. El Círculo de Economía, la Cambra de Comerç, el RACC o las anteriormente citadas Foment del Treball y Pimec firmaron un manifiesto en el que auguraban que la ampliación del Prat convertiría a Barcelona en un destino de turismo sostenible.

ATRAER Y RETENER TALENTO E INVERSIONES

Otro apunte. En el ya mencionado manifiesto, las entidades empresariales aseguraban que la ampliación del Aeropuerto supondría "dinamizar la actividad económica generando empleo, atracción y retención de talento e inversión internacional, elementos necesarios para hacer realidad otras políticas puestas en marcha para el crecimiento de los nuevos sectores económicos verde y azul".

RECUPERAR LOS CONGRESOS

En la línea de recuperar "turismo, congresos e inversiones" se pronunciaba el lunes, para Metrópoli, Roger Pallarols, director del Gremi de Restauració. Para ello pidió "reposicionar Barcelona lo antes posible para recuperar los niveles de riqueza, movilidad y bienestar que permitan a las empresas devolver el endeudamiento ocasionado por la pandemia".

Y es que Barcelona aspira a recuperar el grueso de congresos internacionales que se celebraban en la ciudad antes del impacto del covid-19. Así lo reivindicaba también, a finales de agosto, el Gremi d'Hotels, después de que la ocupación hotelera se haya situado en torno al 55% este verano. Por el momento, la Fira de Barcelona ha anunciado que acogerá más de 40 congresos este otoño. Y lo hará sin la certeza de saber cuántos eventos más podría agendar si la ampliación del Aeropuerto hubiese llegado a buen término.

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