Lavado de cara a la Marina del Port Vell. La sociedad que opera el mulle de Barcelona ha anunciado que invertirá 20 millones de euros para convertirse en el primer destino de superyates en el Mediterráneo.
REMODELACIÓN EN TRES FASES
El plan incluye la construcción de 23 nuevos amarres para yates de hasta 70 metros, que elevará el número de puntos de atraque hasta 55 las embarcaciones.
El proyecto de remodelación contará con tres ejes: el primero se llevará a cabo en la zona de agua donde se encuentran los barcos, con una superficie de 8.531 metros cuadrados, la segunda actuación es un proyecto para incrementar los espacios verdes –con un total de 17.637 metros cuadrados de superficie– y finalmente la tercera actuación supondrá implementar un sistema de suministro de combustible que “reducirá el riesgo de contaminación ambiental y mejorará la seguridad de la infraestructura”, han indicado los responsables del Port de Barcelona.
20 MILLONES DE EUROS
Ignacio Erroz, director general de Marina Port Vell, ha enmarcado esta inversión en el proceso de reposicionamiento de la infraestructura. “En los últimos 20 años los yates de gran eslora han incrementado un 70%”, ha indicado.
Hace cinco años la Marina ya reformó sus instalaciones para acoger la embarcaciones de más de 100 metros de longitud. Ahora, en 2021, el muelle busca afianzarse como una estructura especializada en el sur de Europa.
BARCOS DE GRAN ESLORA
La transformación de la zona afectará los amarres destinados a barcos de menor tamaño que serán redirigiros a otras plataformas para que los yates puedan maniobrar con mayor facilidad.
El presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, ha afirmado que “la economía azul genera más de 15.000 puestos de trabajo directos e indirectos y 3.750 millones de euros de facturación anual”.